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Hoy era la boda.

De repente parecía que todos los días anteriores se habían reducido a unas pocas horas, me pareció que nunca tuvimos el tiempo suficiente para compartir, pero ya no importaba, este era el día en el que nos centramos en el presente y el futuro. Sin importar lo que pasará nada sería como antes.

El lugar parecía salido de un cuento de hadas, la sala ya estaba llena y lista para que la ceremonia empezara, di un vistazo al rededor mirando a las personas que se dispersan por la habitación, en un lado estaban todas las personas a las que conozco y en el otro algunas de las que solo Ania escuchado y algunos que no conocía de nada.

De repente todas las personas se acomodaron, mi vista atravesó la sala y vi como la banda se alistaba. Empecé a bajar las escaleras, hasta quedar frente al padre, la música empezó a sonar y mis nervios aumentaron, miré fijamente la puerta café que se encontraba cerrada frente a mi.

Espere impaciente a qué se abriera, y lo hizo con una lentitud impresionante, cada segundo pasaba como una hora hasta que la vi entrar, su vestido tocaba el suelo pero no era abultado, la parte de arriba de ajustaba perfectamente a su cuerpo y su cabello estaba recogido. Sus labios destacaban en un rojo brillante.

Sonreí mientras la esperaba, un nudo se formó inexplicablemente en mi garganta cuando se paró frente a mi. La ceremonia comenzó pero todo se sentía lejano, lo único que existía en ese preciso momento era ella, tan cerca de mi pero a la vez tan lejos.

Llego el momento de ponernos los anillos.

Y luego el beso, un beso que sabía a un te extraño, un beso que sabía a miedo, pero tambien a una promesa.

Jamás había sido tan curso en mi vida, pero ella sacaba facetas de mi que no sabía que existían.

Todos nos dirigimos a la recepción. La familia fue delante de nosotros, no tuve tiempo de hablar con mi familia y no lo tendría en un rato, pero no lo buscaba, agarre con fuerza la mano de Betty y fuimos en silencio por el camino hacia el salón. Había muchas cosas por decir pero todo se podía reducir al deseo de estar aquí.

Ninguno de los dos hablo, ninguno quería arruinar las cosas, las palabras sobraban. Y la noche hasta ahora empezaba.

Entramos al salón entre vosotros y felicitaciones.

Nos centramos a la cena, todo ya era familiar, charlamos entre nosotros y me presentaron a algunas de las personas que habían.

La ceremonia continuo sin ninguna interrupción, a cada rato buscaba a Fangs entre los invitados esperando la señal, pero esta no llegaba.

Ya era tarde, estábamos con Betty bailando y dentro de poco esto abría acabado. Me estaba desesperando.

- ¿A quien buscas?

- A nadie, solo estaba viendo el lugar.

— Si, mamá lo hizo muy bien - Admitio - Pero no te creo.

Hice una mueca de disgusto.

- Busco a Fangs.

- ¿Por qué? - Me pregunto.

- No puedo decirte, eso arruinaría la sorpresa.

Su celo se frunció de confusión, pero no le dio más vueltas al asunto, dejó su cabeza sobre mi pecho y seguimos el ritmo de la música lentamente.

Entonces cuando más a gusto me encontraba, llego Fangs a llamarme.

- Ven conmigo. - Le dije a Betty levantándola.

- Pero estamos en medio de la fiesta - Objeto - No podemos solo irnos.

- Es nuestra fiesta, claro que podemos - Le dije y la tomé del brazo llevándome la.

Obligados Al Amor(Actualizando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora