El Miedo De Ashley #2

Capítulo 1: La llamada.

"Killer Queen" de Queen suena en mí celular mientras me baño.

Es una de mis bandas favoritas.

Salgo de la ducha colocando una toalla en mí cintura y apago la música.

9:30 dice la hora mí celular.

Mierda, voy a llegar tarde.

Me seco rápido, me coloco mí traje, me peino así nomás, agarro mí placa, el arma y salgo de mí departamento.

Bajo en el ascensor y llamo a mí jefe.

—¿Donde carajos estás Liam?— dice Joseph apenas contesto.

—Ya voy a llegar, es que hay mucho tránsito en la avenida pero ya llego— digo subiendo a mí auto.

—Más te vale-— dice y cuelga antes de que le diga algo.

Manejo y en cinco minutos llego al edificio.

Subo al ascensor y sube conmigo Joseph.

—Con que decidiste llegar— dice mí jefe (al que odio) al lado mío —alguien está llamando a tu teléfono hace más de quince minutos, parece que es urgente, te sugiero que atiendas.

No le respondo y salgo cuando llego al piso donde está mí oficina.

Entro y lo mencionado suena otra vez.

Me siento y atiendo.

—Buen día y disculpe la tardanza— digo.

—No hay problema, me pasaron su número y como cualquier persona debería estar ocupado. Seguro me conoce, mí nombre es Christian Foster— dice y se muy bien quien es.

Cuatro simples palabras.

Empresario multimillonario del país.

Todos los conocen. Ama a todos y todos los aman. Es generoso y respetado.

—Claro que lo conozco señor, un honor— el se ríe —¿En qué puedo ayudarle?

—Yo necesito que hoy vengas a mí casa, tengo que decirte algo y es importante— frunzo el ceño, ¿Me quiere a mí?

—Sí claro, ¿cuando lo veo?

—Si puedes ahora— ok que apresurado.

—Yo... no voy a hacer nada, asi que salgo de mí trabajo y llego en diez minutos, ¿Le parece?

—Perfecto, es sobre tu trabajo de lo que quiero hablarte, te veo entonces— corta antes de que diga algo.

Bien, supongo que tendré que irme.

Me levanto y salgo de mí oficina.

—¿A dónde se supone que te vas?— Joseph me toma del hombro y lo miro mal.

En cualquier momento voy a partirle la cara de estúpido que tiene.

—Christian Foster me llamó y me necesita, adiós— corro al ascensor, bajo, y voy hasta mí auto.

Manejo lo diez minutos que le dije y no es difícil saber donde vive, ya que es una mansión enorme y todos la conocen.

Ay un portón enorme color negro y cinco hombres de traje vigilando la entrada.

—Hola, mí nombre es Liam Johnson, Christian Foster me citó hoy— digo a uno que me para.

—Déjeme comprobar— saca un teléfono y pienso que lo llama a él. Pone el alta voz hasta que atiende