SeHun mordió su labio, intentando contenerse. A su alrededor, todos reían por alguna broma mientras seguían jugando; pero él ya no podía pensar en nada más que en el trasero de su novio rozando su entrepierna. Lo peor de todo era que LuHan ni siquiera se daba cuenta de lo que le estaba haciendo.
Con la vista nublada y sin poder pensar en otra cosa, trató de prestar atención al juego para calmarse. Miró a KyungSoo, a quien la punta de la botella había apuntado. El más bajito eligió reto y SeHun escuchó a su novio ponerle un reto.
—...un beso en la mejilla a la persona que más sexy te parezca —estaba diciendo LuHan—. Los demás cerraremos los ojos y así sólo la persona a la que des el beso sabrá que es ella.
—¿Qué? ¡No pienso hacer eso!
—Tienes que hacerlo.
LuHan se reclinó hacia atrás dispuesto a acomodarse para cerrar los ojos, pillando a SeHun desprevenido y haciéndole soltar un gruñido. En ese momento el mayor se dio cuenta de lo que estaba causando en SeHun, y el último juró escuchar una risa malvada del chino.
LuHan aprovechó que nadie les estaba mirando por tener los ojos cerrados y comenzó a restregarse con más fuerza contra SeHun, sintiendo un duro bulto contra su trasero.
—Ya podéis abrir los ojos —murmuró KyungSoo con vergüenza.
SeHun agarró la cadera de su novio y le apegó más a él, ajeno completamente a todo lo que decían los demás. El juego ya había dejado de importarle desde hacía tiempo. Sintió que LuHan continuaba moviéndose y haciéndole sufrir, y decidió que ya no podía aguantar más.
—Ehh... Nosotros nos vamos un momento —habló, sin siquiera inventarse una excusa. Se levantó del suelo y agarró la mano de LuHan, llevándole hasta fuera de esa habitación.
Salió de la cabaña aún guiando a su novio, dispuesto a entrar en la suya.
—¿Pasa algo, SeHunnie? —oyó decir a LuHan con diversión.
—Tú... Eres malo, ciervito —gruñó, y cuando entraron a la habitación que compartían acorraló al chino contra la pared—. Eres muy malo.
LuHan estaba a punto de burlarse de él, pero fue interrumpido por los labios del menor que atacaron los suyos. Rodeó el cuello de SeHun con sus brazos y disfrutó de su lengua recorrer todos los rincones de su boca.
El chino fue guiado hasta la cama de matrimonio y simplemente se dejó caer de espaldas en ella, viendo a su novio acomodándose encima de él con suavidad.
SeHun apoyó las palmas de las manos en el colchón, y comenzó repartiendo numerosos besos por el rostro de LuHan. Continuó con una línea imaginaria pasando por su mandíbula hasta llegar a su cuello, el cual lamió y besó cuanto quiso.
—Ahora me vas a ayudar con el problema que tú me has causado —dijo con la voz ronca, y LuHan podía afirmar que amaba cuando el menor utilizaba aquel tono autoritario.
La respiración de LuHan se fue agitando en el momento en que SeHun movió su cadera sobre él, haciendo que sus crecientes erecciones rozaran por encima de la ropa.
—Sí, SeHunnie... —gimió, y agarró las sábanas con fuerza deseando que SeHun hiciera algo ya—. Yo te ayudaré con eso...
SeHun sonrió, satisfecho con su respuesta, y se quitó la camiseta mostrando su ejercitado abdomen. LuHan esbozó una sonrisa de medio lado observando a su novio, y posteriormente se desprendió también de su camiseta, lanzándola al suelo, en el mismo lugar al que había sido arrojada la del menor.
El menor de los dos volvió a agacharse para continuar besando el cuerpo del mayor. Después de dejar varias marcas rosadas sobre su cuello, bajó hasta su bajo abdomen, queriendo desabrochar sus pantalones.
—¿Quieres continuar...? —musitó. Dejó un beso en la entrepierna de LuHAn, haciendo que éste sintiera un escalofrío—. Nunca hemos llegado tan lejos.
—S-sí... —LuHan evitó su mirada, sonrojado—. Pero sé cuidadoso, por favor.
-—Bien —SeHun sonrió enternecido, y se fue deshaciendo de lo que les quedaba de topa a ambos. Cuando acabó, mostró tres dedos de su mano derecha a LuHan, poniéndolos frente a su boca—. Chupa.
LuHan no puso objeciones. Separó sus labios, dejando entrar los tres dedos del contrario y pasó su lengua detenidamente por toda su longitud, lubricándolos bien. Cuando SeHun pensó que era suficiente, apartó los dedos, dejando un rastro de saliva entre ellos y la lengua del mayor.
Las piernas de LuHan fueron separadas, dejando una vista perfecta de su húmeda entrada al menor. Lentamente, introdujo el primer dedo en su interior, haciéndole jadear. Era la primera vez que LuHan hacía algo así, y SeHun lo sabía, por lo que trataba de prepararle bien para que no fuera demasiado doloroso.
Besó los labios del mayor al tiempo que introducía dos dedos más y empezaba a moverlos simulando embestidas. LuHan jadeó sintiendo dolor al principio, pero poco a poco el dolor cesó y empezó a mover su cadera en busca de más.
—SeHun por favor... —gimió con los ojos aguados—. Te quiero a ti ya...
El nombrado sonrió sin detener sus movimientos, simplemente bajando la velocidad haciendo sufrir al mayor.
—Así me torturabas tú cuando estábamos jugando con los demás y no dejabas de restregarte —se burló—. Te recuerdo que has sido malo, Lu.
LuHan miró a su novio con suplicante. Su rostro estaba completamente rojo, y sus ojos contenían lágrimas debido al placer que sentía en ese momento.
—Yah... Hunnie, por favor....
SeHun esbozó una sonrisa ladina y sacó los dedos del interior de LuHan, provocando que éste se sintiera momentáneamente vacío. Se posicionó entre sus piernas y las colocó encima de sus hombros antes de introducirse de una estocada.
LuHan gritó al sentir el duro miembro del menor entrar en él. Volvió a sujetar las sábanas, esta vez con más fuerza, intentando acostumbrarse a la intromisión.
El menor esperó un poco sin moverse, besando los labios de su novio para acallar los gemidos. Pronto LuHan dejó de sentir dolor y, cuando SeHun comenzó a moverse no pudo evitar gemir alto.
—Mierda... —gritó, aferrándose a los brazos del menor—. SeHun, m-más rápido, por favor.
SeHun hizo caso a las súplicas del chino, embistiendo con más fuerza a su novio y deleitándose con los gemidos que le provocaba.
—Sshh, amor, no grites tan fuerte —susurró en su oído, causando un estremecimiento en LuHan—. Nos van a oír desde la otra cabaña...
LuHan mordió su labio intentando no gritar, con las mejillas bañadas en lágrimas, y sintió que tocaba el cielo cuando su novio alcanzó un punto de él que no había sentido nunca.
—Ahhh sí, justo así... ¡H-Hunnie! —gimió arañando la espalda de SeHun, y puso los ojos en blanco cuando el menor no dejó de golpear con fuerza su próstata—. M-mierda, yo... Voy a-
El menor sonrió y sujetó la cadera de LuHan para poder empujar más profundo. El chino se retorció en su sitio, con la vista nublada por las lágrimas, y gimió fuerte al momento en el que llegó al orgasmo.
SeHun sintió cómo las paredes de LuHan se contraían alrededor de su miembro y continuó dando rápidas embestidas, haciendo que el mayor sollozara estando sensible después del orgasmo. Cinco estocadas más fueron suficientes para que el menor se corriera dentro de LuHan con un jadeo.
—¿Estás bien? —preguntó SeHun cuando hubieron acabado, dejando un beso en el hombro de su novio.
—Sí, todo bien... —respondió con una sonrisa, cansado—. Te amo, SeHunnie.
—Y yo a ti, amor —dijo con cariño—. Anda, vamos a limpiar todo esto y luego vamos a dormir.
***
Bueno, he hecho lo que he podido xDDD
Supongo que pronto escribiré más de otras parejas :)