Una antigua figura heroica descansaba a escasos metros de la reunión que los Servants griegos y romanos tenían, cuidando de este luego de que su corazón casi se detuviera dos veces en menos de cinco minutos por culpa de un joven pelinegro que lucía avergonzado por ponerlo en tal estado. Dicho semidiós actualmente estaba bajo la intimidante mirada de una Gorgon silenciosa, donde incluso las serpientes que se hallaban en las extremidades de sus mechones purpúreos imitaban a su dueña.
El resto del grupo tenía sentimientos contradictorios por lo oído anteriormente, siendo que algunos continuaban estupefactos y con la boca abierta, otros luchaban contra la imperiosa necesidad de inclinarse frente al hijo de Poseidón y alabarlo por la osadía de estar emparejado con una hija de la diosa de la sabiduría, y por último unos pocos estaban molestos sin saber la razón real.
-Se pondrá bien? – dirigiéndole la interrogante a la enfermera que miraba atentamente al vendado centauro que estaba dormido, Percy quiso saber.
-Solo necesita hacer reposo hasta nuevo aviso. Espero que ustedes puedan encargarse de ello- con voz regia y autoritaria, Nightingale respondió, viendo fijamente a los héroes que fueron entrenados principalmente por Chiron.
Los cuales asintieron inmediatamente la cabeza en sincronía, no queriendo padecer lo mismo que el Archer mitológico.
-Muy bien, entonces los dejo con lo que estaban platicando previamente- manteniendo su actitud seria, la Berserker se retiró, dejando atrás a un séquito de Espíritus Heroicos temerosos por lastimarse.
Dejando transcurrir unos eternos segundos para estar seguros de que la Servant no los oyera, todo el grupo liberó un contenido suspiro antes de enviarle una mala mirada al culpable de todo, para luego recordar que no debían de ser tan severos ya que no sabía algunas dinámicas de Chaldea.
-Trata de no hacer eso de nuevo, niño...- optando por aconsejar al Jackson, Hector habló.
-O si lo haces, que Chiron no esté presente- esta vez fue Atalanta quien sugirió una opción.
-Y si está presente, que sea desmayado o muerto- incluso Medea aportó elecciones, valiéndole un tácito regaño por parte de su contraparte joven e inocente por lo dicho.
Inmediato a lo pronunciado por la bruja de la traición, fueron los innatos reflejos de Percy lo que evitaron que esta terminara en el suelo cuando una figura gigante se posicionara al lado de esta con algo que parecía una mellada y desfigurada espada enorme.
-GRRRRROAAAR! – rugió el Servant de gran tamaño, demostrando su disconformidad ante lo expresado por Medea.
-Estás lastimada? Dime que no estás lastimada por favor...- enfocándose primeramente en la bruja griega, el hijo de Poseidón interrogó a la susodicha, ansioso por saber que no debía ver de nuevo a aquella enfermera que exageraba en su atención.
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Qué hiciste esta vez, Percy?
HumorMás de uno sabe que no se debe retar a Percy Jackson. No importa cuán tentador sea el desafío. Lo mejor es quedarse callado frente a él y contenerse para evitar desastres. Bueno...esta vez no fue así, y por ello mismo algo muy raro pasará con el hij...