Kaeru - Nomin

CAPITULO 2

¡¿Qué?!

Jeno miró apanicado a Chenle.

¿Aún estaba dormido?

Probablemente sólo era un mal sueño, o tal vez se trataba de una broma, eso queria pensar pero al ver el rostro preocupado de Chenle supo en seguida que no se trataba de ninguna de las dos.

- ¿D-donde... donde está Jisung?

Era lo unico que alcanzó a preguntar,
Chenle lo miró nuevamente confundido seguido por una mirada llena de compasión y amor.

- Supongo qué es por eso qué estás tan confundido, lo olvidé, lo siento.

Jeno lo miró completamente extrañado y no entendía nada, parecia ser temprano y aparte de eso no sabía cómo diablos había llegado a esa situación. Chenle continuó.

- Cerca de esta fecha siempre despiertas alterado y... siempre es la misma pesadilla, lo siento Jeno, lo olvidé por un momento.

Chenle lo abrazo, Jeno se tensó al toque, Jisung iba a matarlo si se enteraba de esto.

- Yo no entiendo. - Apartó gentilmente a Chenle.

- Jeno han pasado muchos años, ¿no crees qué es momento de hablar con alguien qué pueda ayudarte? Sé que duele pero tienes que dejarlo ir, no lo conocí pero por las cosas qué siempre me cuentas sé qué eso es lo qué Jisung hubiera querido.

Esperen ¡¿qué?!

Jeno miró el rostro de Chenle buscando algún tipo de humor, queriendo asegurarse de que era una broma de mal gusto pero no, Chenle solo lo miraba con preocupación.

Se quedó callado pensando en qué sucedía, su realidad era otra, apenas el día anterior había saludado a su hermano en la mañana y habían comido juntos, había hablado con Chenle en ese restaurante y había terminado con Jaemin.

Esa era su realidad.

Esa era su vida.

Pero ahora...

Estaba en la misma cama con Chenle que al parecer vivían juntos y por como lo miraba eran algo más que amigos.

Jisung estaba muerto, su hermano estaba muerto.

¿Qué diablos pasó?

¿Será qué solo imaginó la otra vida?

¿Será que solo fue un sueño para recordar a su hermano?

No.

Todo era real, todo había sido real y ahora se encontraba en un lugar donde no sabía quien era y no tenía absolutamente ningún recuerdo.

¿Qué había pasado?

- Tienes razón - decidió que por el momento sería mejor seguir la corriente o de lo contrario Chenle comenzaria a hacer preguntas que no podria resporder.

Chenle le sonrió y acarició su cabello con dulzura.

- Ese es mi chico - Jeno sintió su estomago revolverse - Ya qué despertaste ¿porqué no desayunamos y luego vuelves a acostarte? Ayer me dijiste que no tenias mucho que hacer en la escuela ¿porqué no descansas hoy?

Jeno asintió y le dió un intento de sonrisa.

- ¿Y tú?

- Tengo un par de trabajos para entregar - Chenle hizo un puchero - Pero regresare cerca de las cinco - Jeno asintió - Bien, vayamos por qué siempre se me hace tarde.

Jeno asintió y se levantó.

Se sentía torpe e incomodo, cómo cuando visitas una casa ajena por primera vez, ese tipo de sentimiento de estar fuera de lugar.