Kaeru - Nomin

CAPITULO 3

Chenle se paseaba de un lado al otro en la sala del departamento cuando llegó.

- ¿Porqué estás tan nervioso? - preguntó al ver qué Chenle no se percataba de su presencia.

Chenle lo miró, suspiró de alivio, caminó hacia él y lo abrazó fuertemente, Jeno trató de no estar tan tenso esta vez.

- Estoy bien - dijo bajito.

Chenle lo abrazó aun más fuerte.

- ¿Todo estuvo bien al cruzar la calle?

Jeno suspiró recordando.

- Sí, pasé rapido sin mirar a otro lugar que no fuera enfrente.

Chenle se apartó un poco y sonrió.

- Me alegra - Chenle acercó su mano y acarición su cabello.

Fueron muchas veces las que lo vió hacerlo a Jisung, esos ojos llenos de ternura y amor ahora lo miraban a él.

Su estomago se revolvió.

- Traje la comida - Jeno le mostró la bolsa.

Chenle la tomó y besó su mejilla, Jeno tuvo que detener el impulso de limpiarse donde dejó el beso.

- ¿Tienes hambre? Podemos comer después si no tienes mucha - Jeno tomó aire y sonrió.

- Tengo hambre ¿tu no?

Chenle asintió y comenzó a ver el contenido de la bolsa.

Hubo algo extraño en la mirada que le dió antes de comenzar a comer.

Jeno meditó, Chenle se veia preocupado pero a la vez parecia confundido y tal vez un poco triste.

¿Porqué?

Jeno meditó mientras comian en silencio y entendió.

Jisung podía ser un niño malcriado a sus ojos pero siempre trató a Chenle como todo un caballero, claro, ambos eran muy juguetones, tenian una complicidad y una unión muy fuerte, ellos tenian una relación envidiable, siempre que veia a Jisung con Chenle se sentía orgulloso de su pequeño hermano.

¿Cómo llamaba Jisung a Chenle?

Jeno miró a Chenle que miraba fijamente su comida.

Ah, cierto.

Lo recordó, la verdad es que no tenía ni una sola intención de acercarse a Chenle, pero... Esa era su realidad en ese momento, no podía cambiarla o al menos no sabia cómo, asi que tenía que hacer ese tipo de cosas o Chenle comenzaria a sospechar y darle una explicación simplemente no era una opción.

Jeno respiró esperando estar en lo correcto.

- Lele - lo llamó con suavidad.

Chenle alzó la mirada y sonrió.

Bien, correcto.

- ¿Sí? ¿Estás bien?

Jeno tragó antes de tomar la mano de Chenle por encima de la mesa.

- Lamento si... Me estoy comportando extraño, no estoy enfadado contigo ni nada, te agradezco tu preocupación en verdad - Jeno le dió un apretón a su mano - Sólo... Son días dificiles.

Chenle le sonrió cariñosamente.

- Tenía mucho miedo de que estuvieras enfadado por que suelo ser muy pegajoso.

Jeno volvió a sentirse miserable, Chenle sólo se preocupaba por él pero no podía dejar de pensar en su hermano.

Jeno le dió la mejor sonrisa que pudo hacer.