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Ya han pasado varias semanas desde mi accidente...y se preguntarán, si ya pasó bastante tiempo, ¿Por qué sigo en el hospital?

Bueno, verán, todavía no puedo respirar por mi cuenta, es decir, puedo, pero solo un poco. También sufro de amnesia, no es malo, solo no puedo recordar ciertas cosas o personas por ahora, el doctor dijo que esas memorias volverán pronto.

Además, hay algo que me da un poco de intriga, hay un chico que viene a visitarme todos los días exactamente a las 3:00 pm. No sé quien es ni por qué viene a esa hora, y no es que se lo haya preguntado tampoco, me da miedo saber.

Justo ahora son la 2:57 pm, así que debería estar por llegar.

A pesar de que no puedo recordar quién es disfruto mucho su compañía... además, debe ser alguien importante, ya que es la única persona que tiene permitido visitarme además de mi familia.

Vuelvo a concentrarme en mi libro, mis ojos captando cada una de las palabras escritas en la página hasta que oigo la puerta abrirse.

Levanto la vista y veo al joven entrando a mi habitación, entonces cierro mi libro y me acomodo derecho en la camilla.

-¿Como te sientes?- fue lo primero que dijo, sonriente como siempre, tan animado.

-Ya sabes, normal... todavía no consigo dormir bien en las noches- expliqué.

-No te culpo... debe ser difícil dormir al lado de una máquina tan ruidosa- contestó.

Volteé mi cabeza y miré hacia el aparato situado a mi derecha. La única cosa que me mantiene vivo en estos momentos, es esa máquina.

-Si... bueno... es el ruido o la muerte, y en este caso, prefiero el ruido.

-Es verdad...- habló un poco apenado -Bueno... ¿tienes hambre?

-Un poco- respondí.

Y dos segundos después, el chico comienza a sacar miles de snacks de su mochila. Seguro pensaba que no me estaban alimentando bien, y la verdad era que me daban mucha comida, tan solo era asquerosa.

Al ver la cantidad de alimentos que había depositado en mi camilla mis ojos se abrieron como platos. Enserio era mucha comida, demasiada para dos personas.

-¿Que pasa? ¿No es suficiente?- dijo al darse cuenta de mi expresión.

-¡No! tranquilo, es más que suficiente- contesté, y una sonrisa se formó en los labios de ambos.

-Perdón...- dijo avergonzado -Solo quiero que te alimentes bien Hyunjin.

Aunque todavía no puedo acordarme de él me siento muy cómodo a su lado... Realmente es la única persona que me hace sentir muy seguro y feliz.

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Los días se pasan volando cuando viene de visita al hospital y vuelve a su casa al atardecer, como hoy, tan solo son las 8:00 pm y ya está por partir, aunque quisiera que se quedara para siempre.

-Te veré mañana, que descanses- dijo con una sonrisa para luego salir de la habitación.

Y de repente, todo está tan tranquilo otra vez, tan silencioso y aburrido.

Con un vacío en el pecho agarro mi libro decidido a leer un rato más y luego de una hora o dos finalmente logro conciliar el sueño.

De verdad lo siento, hermoso y desconocido chico.

Pero, no sé quién eres.


-Hani

¿Me Recuerdas? 》HyunMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora