Destinados | Loki y tu |

Conmovido

Un día, ___ estaba sentada en un sofá delante del balcón de su habitación, observando Asgard.

Loki entró y la observó.

- Es bonito, ¿verdad?

- Ah, Loki - se giró para verle y después volvió a dirigirse a la ciudad.
Loki se sentó a su lado y se puso también a observarla.

- A veces me siento en mi habitación contemplando Asgard e imagino que fuese mío - suspiró. ___ no dijo nada -. ¿Qué piensas tú cuando mira esto?

- Pues... En Nueva York - Loki puso una mueca de desagrado.

- ¿Por qué hechas de menos Midgar? Aquí se está mucho mejor.

- Porque es mi lugar. Yo aquí no pinto nada.

- ___, muchas personas darían lo que fuese por estar aquí, en Asgard. Tendrías que sentirte afortunada.

- Pues yo no.

Loki suspiró de nuevo. Miró Asgard y se mordió el labio inferior, pensando. Después la miró a ella. Se conmovió. Realmente la comprendía.

- ¿Y si vamos un tiempo? - no se creyó lo que acababa de decir. Dudó sobre si esas palabras habían salido de su boca. Ella lo miró con los ojos brillantes y sin poder creerselo.

- ¿Lo harías?

- Por ti, sí.

Ella lo abrazó muy contenta.

- ¡Gracias!

- Aunque a cambio me gustaría que me explicases porqué según tú no pintas nada aquí.

- Aquí todos sois inmortales. Yo muero a los 100 años.

- Nosotros no somos inmortales. Morimos a los 5000 años.

- Mas que los humanos.

- Realmente yo tampoco pinto nada aquí. Ni siquiera nací aquí. Ni Odin es mi padre.

- ¿Entonces?

- Uno se acaba acostumbrando. Sobre todo sentándome e imaginar que Asgard es mío.