Capitulo 17

2.4K 69 7
                                    

Narra Marizza

Manuel: Hola mi amor

Ella vestía un vestido negro muy sencillo, con dos tiras y la espalda caída. Tenía algunos brillos, pero estos se notaban debajo de la luz. Su maquillaje acompañaba con la vestimenta, su sombra de ojos era un poco más oscura que su tono de piel.

Mia: Hola, Manu

Manuel: ¿Qué le pasa a Marizza?

Mia: No sé, ¿Bailamos?

Pilar: Dale Tomi decime donde vamos

Tomás: Bueno, ya llegamos

Llegaron al lugar donde estuvieron Laura y Guido. Él le había contado sobre ese lugar y le pareció una buena idea.

Pilar: Esto es hermoso, Tomi

Tomás: Vos sos hermosa

Se sentaron en una banquita que los dejaba ver la vista de la iluminada ciudad de Bariloche. Se besaron.

Pilar: Te amo mucho

Tomás: Yo también te amo...no quiero que este viaje termine

Pilar: Yo tampoco. Cuando volvamos, vamos a ir a la universidad y no nos vamos a ver tanto y...

La interrumpió riendo, amaba como hablaba sin parar y sin darse cuenta. Le parecía adorable ver como fruncía el ceño.

Tomás: Para, para. Yo lo digo porque acá estamos juntitos y tenemos privacidad. ¿Volvemos?

Pilar: Nos quedemos un ratito más

Se siguieron besando y hablando sobre las estrellas, cosa que les encantaba, ya que los representaba mucho a ambos.

Pablo: ¿Por qué tomas? Nunca lo haces

FLASHBACK

Estaba bañandome y escuchó la puerta del baño. Había estado pensado en todo lo ocurrido en esos últimos dìas. Su noche juntos... En realidad no sabìa la opinión de su novio sobre eso. Si, habían hablado esa mañana antes de que Guido entre a la habitación, pero eso dicen todos en ese momento. Necesitaba escucharlo de nuevo para asegurarse.

No me gustaba ser así. Lo odiaba. Odiaba ser tan insegura. Yo no era así, pero al estar con un chico como él, las dudas aparecían con mucha facilidad, casi sin tener que esforzarse y esa vocesita insegura era más fuerte que la mía. Quería hablar de esto con Pablo, pero temía lo que podía llegar a pensar. Eso también había cambiado. Me importaba demasiado lo que le podría llegar a decir, claramente me importaba su opinión, pero ahora más que nunca.

Marizza: Che chicas, me estoy bañando, ¿No podían esperar?

No escuche a nadie del otro lado y se abrió la cortina, sentí como se helaba todo mi cuerpo, pero me obligué a darme vuelta rápidamente para que no me viera, otra vez.

Marizza: ¡Pablo!

Pablo: Quiero hablar

Marizza: ¿No podes esperar un rato? Me estoy bañando

No respondía y gire la cabeza, me estaba viendo la cola.

Marizza: ¡Pablo! ¡Andate, ya!

Pablo: Pero quiero que me perdones, perdón

Marizza: A ver Pablo, si nos entendemos, estoy desnuda y vos en bóxer, ¿Después hablamos queres?

Pablo me giró la cabeza y me besó, por lo que me tuve que dar vuelta, por más que yo no quisiera. Siendo sincera, me moría por seguirle el juego, pero mi mente no me lo permitía, asi que me separé y le di la espalda de nuevo.

Marizza: No, no así no. ¿Te podes ir por favor? Por favor te lo pido

Pablo: Si, ya me voy

Me dio un beso en la cabeza y se fue. Cerró la puerta y yo largué un gran suspiro. Me apoye en la pared, procesando toda esa informaciòn.

Marizza: Oy, dios

FIN DEL FLASHBACK

Marizza: Que te importa

Estaba tan borracha que no medía las palabras, solo salían disparas de mi boca, sin poder detenerlas. Luego de todo, no me importaba nada más.

Pablo: No seas así. Perdoname por favor, fui un boludo

Marizza: Siempre lo sos. Y si, nunca tomo, pero ahora si

Tomé otro vaso de fernet, pero Pablo me lo sacó. Rodee los ojos, quería tomar y no parar nunca, sabiendo que mañana sería un infierno.

Pablo: Basta, Marizza. Tuviste un paro, y te operaron ayer, te va a hacer mal

Marizza: ¿Ahora te preocupo?

Sabía que se preocupaba por mí. Me lo había demostrado desde el primer día en que lo conocí. Sabía lo que yo era para él, muy en el fondo lo sabía, pero tenía dolor y enojo a flor de piel.

Pablo: ¿Sos joda? Yo te salvé y te llevé al hospital. No dormí por horas ¿Y me decis eso?

Marizza: Y bueno, así soy, ¿No? 

Me fui con el vaso a otro lado, tambaleàndome y chocando con las personas para que me sostengan por mì.

Pasó un rato largo y seguimos bailando, Tomás y Pilar ya habían vuelto. Los chicos fueron a la barra y los chocó alguien muy borracho.

Pablo: ¡Ey! Tené cuidado

Se dio vuelta y me vio. Me partí de risa, nunca había estado tan mal y veía la decepción en la cara de mi novio.

Marizza: ¡Cuidado vos! ¡Eeh, Señor! ¿Me da otro vaso?

Pablo: No, no le de nada. Vos y yo nos vamos

Marizza: ¿Qué? ¿Por qué? No, yo no me voy a ningún lado

Me di vuelta dirigiéndome para la pista, pero Pablo me agarrò del brazo. Me di vuelta, pero estaba desmayada.

Pablo: ¡Marizza!

Me desperte y Pablo me levantó en brazos.

Pablo: Chicos, llevo a Marizza a dormir, ¿Si? Dios Marizza

Rebelde Way: Bariloche (MI VERSIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora