Capítulo 63

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El dolor de cabeza va aumentando en medida que estoy intentando pensar quién es el señor Ruiz y a quién me recuerda. Me miro en el espejo y siento que todo me da vueltas, estoy a punto de desmayarme cuando escucho:

-Señorita ____________, ¿se encuentra bien?- Sus brazos me rodean antes de caerme y en el fondo agradezco que hubiera entrado.

-Lo siento, es que me he sentido aturullada por su oferta y en que hacer...Y bueno, se me ha venido el mundo encima. Disculpe, esto no ha sido una muestra muy profesional.

-No se disculpe, le acompaño a la mesa y ordeno ahora mismo que le traigan agua. 

-Muchísimas gracias, señor Ruiz. 

Me levanto poco a poco y nos dirigimos hacia la mesa, nos sentamos y al momento nos trae la comida, y el señor Ruiz manda traer agua. Es que me recuerda a alguien, pero no recuerdo de que. 

-Una pregunta, ¿nos hemos visto alguna vez?- Le pregunto curiosa.

-No, que yo sepa. Puede que haya ido alguna conferencia o algo por el estilo.

-Lo dudo.- Digo seria, porque no me suena de ninguna conferencia, sino de otra cosa.- Bueno, sobre la oferta es una cosa que debería de hablarlo con mi jefe. Espero que no se ofenda, pero este viaje que he hecho es para informar y encontrar aliados e incluso para aprender temas del que a lo mejor me encuentro desubicada. 

-La entiendo perfectamente. Es solo que se ha oído mucho de usted, ya que es la que salvo a su empresa y destacó entre todos los empleados, es usted un milagro. Y llevo interesado desde hace muchos años, pero nunca tenía el valor de pedirle. Espero hablar con su jefe ya mismo, ¿me podría pasar el número de la empresa? 

-Por supuesto, deme una servilleta y se lo apunto.

-Mejor, le doy mi número de teléfono y me lo pasa por el chat.

-Oh, dice por WhatsApp.

-Sí, esa app.- Dice sonriendo, que bonita sonrisa. - Por ahora disfrutemos de la velada, ya que mañana no podremos hablar debido a la cantidad de personas que se presentarán. 

-Me han dicho que asisten una gran cantidad de personas.

-Efectivamente, obviamente si tiene alguna duda puede llamarme e iré a rescatarla.

-Muchas gracias, pero espero no poder molestarle esa noche.

-No lo hará, tranquila.

Pasamos un almuerzo muy divertido, pero la cosa es que no he podido sacarle ningún tipo de información personal. Sólo que se llama Aleixandre Ruiz tiene 24 años casi la misma edad que Rubén y que su empresa lo ha montado el solo. Es lo único que he podido reunir. Sobre su oferta de trabajo tengo que pensármelo muy bien, probablemente me pediría de irme a Miami. Y dejar todo para irme a un lugar nuevo, pero no sé. Tengo que hablarlo con Judith en cuanto llegue a Madrid, ella sigue en París con Mangel y por lo que me contó anoche Rubén lo están pasando muy bien, y que ella está enamorada con cada juguete, accesorio que se encuentra por allí. Me ha dicho que me tienen dos sorpresas importantes y eso es algo que me reconcome. Abro el móvil y veo que son las seis y media de la tarde, me despido educadamente de Aleixandre y decido partir hacia el hotel.  Ahora podemos ir a la playa Rubén y yo, ¡ostia! ¡Rubén! Lo había dejado esposado, ¿estará bien? Ay, señor...Pobrecillo. Lo siento, tengo que reírme porque me imagino su cara al despertar y ver que está esposado.

Entro a la habitación y voy corriendo hacia el cuarto, pero un brazo me agarra y me tira a la cama.

-¿Te parece divertido esposarme?- La voz grave de Rubén detiene el golpe que le iba a dar. 

Mi Tentación (Elrubius y tu HOT)Where stories live. Discover now