Capítulo 14

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Zelda ya está de vuelta en la academia, lo único que desea es recostarse y descansar, lo necesita después de un día y una noche bastante agitada. Mientras recorre los pasillos y una vez adentro de su habitación se encuentra a su hermana un poco alterada y preocupada por su ausencia. Hilda hasta parece estar molesta.

- ¿Zelda Spellman dónde demonios estuviste? Me tenías preocupada.

- ¿Y a ti que te sucede? ¿Por qué me hablas de esa forma?

- Te hice una pregunta. ¿No ves que me preocupé por ti?

- ¡Hildy! Hablas cómo si fueras mi madre y yo una bruja adolescente. Estoy un poco cansada, no grites por favor. Nada podría pasarme.

- Continúas sin responder.

- Ok! Por la lluvia ya no pude volver y pasé la noche con Lilith ¿Ahora puedo descansar?

- ¿Y qué pasó? Puedes contarme.

- Ahora no, estoy cansada y mi cabeza va a explotar. No dormí casi nada.

- Lo puedo imaginar.- Hilda sonrió.

- ¿Qué?.- Rodó los ojos.- Ya vete.

- Te dejo descansar pero después quiero saber todo ¿ok?

- Claro hermana. Ahora te puedes ir. Adiós.- Dijo Zelda algo irritada.

Ella se recostó por un rato y al despertar volvió a sus tareas habituales, Zelda se sentía preocupada por haberse ausentado durante un día, le gustaba tener todo bajo un estricto control y a pesar de haber disfrutado mucho de su día libre con Lilith sabía que debía ser responsable y cumplir con sus obligaciones diarias en la academia.

Mientras la suma sacerdotisa estaba en su oficina golpearon la puerta, eran Prudence y Ambrose, Zelda los hizo pasar para saber que querían. Entraron a hablar con ella sobre alguien. ¿Pero quién podría ser? ¿De quién se trataba? Cuanto misterio.

Ellos durante la búsqueda de Blackwood conocieron a una persona, una mujer y la invitaron a quedarse en la academia ¿Qué pensará Zelda de ésto? Su nombre es Mambo Marie Le Fleur, ella es una sacerdotisa de Haití, hija del pueblo Tiano, fiel a Guinee. Prudence invitó a entrar a Mambo Marie.

A Zelda no le agradaba la idea de que en la academia estuviera alguien que apenas conocen y de la cual desconocen sus intenciones. Estaba enojada y dicho enojo era difícil de ocultar, también sentía cierta desconfianza sin siquiera haber visto el rostro de Mambo Marie ¿Que podría querer? ¿Cuál sería el motivo que la hizo aceptar la invitación de Prudence y Ambrose? 

- Ella no puede quedarse aquí, apenas saben quién es. - Dijo Zelda enfurecida.

- Tía Zee deberías conocerla, estoy seguro que en momentos difíciles ella nos podría ayudar.

- Ambrose apenas la conoces. Dime ¿Qué sabes sobre ella?

- Solo se que ella nos ayudó y que invitarla es una forma de agradecerle y también vamos a poder conocerla mejor.

- Estoy segura que ella no representa ningún peligro. - Dijo Prudence.

- Tía al menos intenta conocerla, estoy seguro que no te vas a arrepentir.

- Que pase quiero saber quién es ella.

Prudence fue por Mambo Marie y la invitó a pasar, al entrar, Zelda la miró fijamente, estaba ansiosa por hablar con ella, saber quién era y que quería.

-Yo soy Mambo Marie Le Fleur.- Tomó la mano de Zelda.- Puedo ver tu mèt-tèt. Él es hermoso y poderoso.

 Él es hermoso y poderoso

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Pasión InfernalWhere stories live. Discover now