30: La resaca Skeeter

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Especial Coronavirus. Espero que anden todos bien. Cuídense.

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Capítulo treinta

La resaca Skeeter

Por la mañana, antes del desayuno, paso por el despacho de mi papá con la corona de campeona en la cabeza. Cuando abre la puerta está serio y el recuerdo de mi logro no lo anima.

—Adentro o afuera, tengo que cerrar.

Paso y lo miro sin decir nada. Tiene los armarios y cajones abiertos y muchos frascos fuera de lugar. Hago un ademán de empezar a hablar pero él levanta la mano para callarme.

—Desaparecieron las bases de las pociones multijugos. ¿Sabes si Potter tiene algo que ver?

Hago una mueca, me saco la corona y la dejo sobre el escritorio.

—Agradezco que preguntes antes de acusarlo directamente —digo—, pero no, no lo creo. ¿Hablas de los brebajes de ayer? ¿De la competencia?

—Por supuesto. Todos los materiales debían ser devueltos y también las pociones, en el estado en que estuvieran.

—¿Y en qué momento desaparecieron?

—Trajimos los calderos aquí, pero cuando los revisé, ya no tenían la poción. Solo jugo de calabaza. Si fueron los gusanos Weasley...

—No, no, juro que no fueron ellos. Yo estuve con ellos después de la competencia, no salieron de la sala común.

—Con tanta gente en el castillo, esperaba que fuera una broma de ellos, era lo que más quería —dice para mi perplejidad.

—Les puedo pedir un favor y que te preparen alguna broma...

—Estoy hablando en serio. Si no fue una travesura, significa que alguien quería las pociones, alguien las necesita, alguien las está usando.

Abro los ojos como platos.

—¿Crees que fue Karkarov?

—Quítate a Karkarov de la cabeza, lo único que pedí es que estés lejos de él. De todos. —Suspira y se lleva una mano al antebrazo—. Olvídate de esto que te conté. Haz tu tarea y estudia.

Yo asiento y me voy.

...

Extraño mucho los entrenamientos de Quidditch. No sé si el año que viene mantendré mi lugar en el equipo después de tanto tiempo sin volar. Pero por suerte llega pronto el sábado y nos toca una salida a Hogsmeade. No es lo mismo que la velocidad de la escoba y el aire fresco de las alturas, la adrenalina de recibir y lanzar pases, compartir el tiempo con Harry, Angelina, Katie, los gemelos... los gemelos...

Pero bueno, tampoco extraño los gritos de Wood y su falta de confianza en mí. Ojalá mi hermana Karen lo mantenga muy ocupado y se casen pronto y se vayan bien lejos. No necesito su negatividad nunca más.

Por eso, la salida a Hogsmeade me da buenos ánimos incluso desde antes de salir del castillo. Mientras hacemos la fila para que Filch controle que todos estemos en la lista de autorizados para salir, se siente el buen humor. Los alumnos de Beauxbatons y Durmstrang también están entusiasmados con su primera visita al único pueblo enteramente mágico de Gran Bretaña. Hermione está al fondo de la fila hablando con Krum, Ron hace como que no los ve y nos cuenta a Harry y a mí todas las cosas que quiere ver en Zonko, y quizá le alcance para comprar alguna.

En Las Tres Escobas, que está poblado como nunca, nos encontramos con Hermione y pedimos cervezas de mantequilla. El aire frío me hizo muy bien para despejar un poco la cabeza, y las cervezas nunca vienen mal.

Leyla y el Torneo de los Tres Magos | (LEH #4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora