Diez.

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Había llegado el día que Tae y yo nos mudaríamos para empezar a convivir bajo el mismo techo.

Han pasado dos semanas desde que confirmamos nuestro noviazgo, la noticia explotó y salió en todos lados, seguían hablando de nosotros. Nos amaban al mismo tiempo que nos odiaban.

De hecho nos habían proclamado como la pareja de Corea. ¡Qué divertido! Nótese el sarcasmo.

Yo trataba de no pasearme demasiado por las redes sociales, aunque a veces lo hacía y siempre me concentraba en los comentarios negativos cosa que aumentaba mi ansiedad de manera impresionante. Varios portales se habían contactado con nuestros managers para pedir entrevistas, nos habían invitado a programas de televisión para hablar de nuestra relación, pero rechazamos esas propuestas por el momento. Muchos nos veían como un medio para aumentar el rating y aunque la idea era mostrar nuestro "amor" al mundo y que lo íbamos a vivir libremente, queríamos sentirnos cómodos el uno con el otro antes, pero eso estaba muy lejos de llegar.

Nuestra asistencia estaba confirmada a una premier de una película, que se estrenaría en dos días, aquella invitación me había llegado mucho antes de que todo se saliera de control pero yo había decidido no asistir. Ahora lo haría con Taehyung, porque él también estaba invitado, uno de sus amigos era el protagonista de la cinta y era obvio que asistiría para apoyarlo.¿Quién diría que ambos iríamos en éstas circunstancias?

Se supone que pasaría a buscar a Tae, porque la mayoría de nuestras cosas ya estaban en la casa, la cual quedaba en un conjunto residencial no muy lejos de donde estábamos pero era mucho más privado que Hannam Hill.

Estacioné mi camioneta frente a su edificio y lo llamé, era muy temprano pero ya debería estar listo. Su auto lo tenía en el taller así que me pidió que lo fuera a buscar.

El idiota no me contestaba, en los últimos días no nos habíamos visto, fuera de su apartamento o del mío, estábamos esperando que las cosas se calmaran un poco, aunque dudaba que se calmaran en un tiempo.

Decidí entrar y subir hasta su piso. ¿Kim Taehyung creía que era su madre o algo así? Me escucharía, menos mal que tiene unas orejas enormes.

Toqué el timbre de su apartamento y esperé, escuché los ladridos de Tannie y sonreí inconscientemente, lo extrañaba. Después de unos cuantos minutos la puerta se abrió, pero no fue Tae quien lo hizo.

Una chica estaba delante de mi, cargaba una camisa que decía staff. Me dio una mirada extraña antes de hacer una reverencia la cual yo imité. Antes de que pudiera decir algo o siquiera preguntar por Taehyung, éste apareció detrás de ella.

–Pasa, Sky. –Me hizo una seña de forma despreocupada.

La chica se hizo a un lado para luego caminar hacia la mesa comedor y agarrar un bolso que estaba allí, ella y Taehyung comenzaron a hablar en tono muy bajo para que yo no escuchara. Bajé la cabeza mirando hacia Tannie que buscaba llamar mi atención, lo tomé en brazos pero aún así veía de reojo a esos dos. Algo me resultaba extraño, es decir no estaba mal que alguien del staff estuviera en su casa porque Chang siempre iba a la mía. Pero ellos dos estaban actuando extraño, la chica se colocó el pase que suponía era de la empresa, pero entonces noté que su camisa estaba arrugada. Me fijé en Tae quien tenía el cabello revuelto y noté una marca en su cuello que casi la tapaba su camisa.

Ese hijo de...

La chica se fue y Tae volteó a verme con esa sonrisa de idiota, como si no hubiese pasado nada.

–Yoonie, viniste tempra-...

–Eres un maldito imbécil. –Lo interrumpí molesta.

–¿Por qué? –Ladeó la cabeza fingiendo confusión.

Spotlight. |KTH Donde viven las historias. Descúbrelo ahora