Eres importante para mí.

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Me despierto sola en la cama. Si no fuese porque su olor aún impregna el ambiente creería que lo imaginé todo.
Me doy la vuelta poniéndome boca arriba y me tapo con el brazo los ojos.
Suspiro decepcionada a todas luces.
Es sábado, tengo el fin de semana por delante y no tengo ni idea que hacer.
Trabajar, como siempre.

El domingo no fue menos divertido. Había entrado en un universo paralelo y me movía robóticamente.
Andaba porque tenía que andar.
Comía porque tenía que comer.
Intentaba no pensar en él. Intentaba no pensar en sus palabras, en su rechazo. Pensaba que para no querer estar conmigo, era él quien me ha buscado. Era él quien se había preocupado por mí y se había tomado las molestias en vigilarme y encargarse de que llegara a casa sana y salva. Aunque no pensaba apoyarme en ese hecho. Christian había dejado muy clara su postura.
No podía estar conmigo.
No era un hombre para mí.
No podía siquiera quedarse a dormir conmigo una noche.
El pecho se me encogía al recordarlo, pero no pensaba hacerme sangre. No pensaba dejar que me afectara más de un día. Ya iban dos.
Bueno, un día más.
Mañana lo habré olvidado.

El lunes llegó con mi habitual rutina para prepararme para el trabajo.
Por más que me obligaba no podía dejar de sentir un vacío en el pecho.
Debería estar acostumbrada al rechazo, mi padre lleva toda la vida renegando de mi existencia y desde hace mucho tiempo dejé de permitir que me afectara. No voy a empezar ahora por un hombre al que conozco de hace dos días.
Suspiro maldiciéndome por seguir pensando en él. Otra vez.
Entro en las oficinas de su edificio a toda velocidad evitando cruzar ninguna mirada con nadie y llego sana y salva a mi cubículo.

- ¡Anastasia! -doy un respingo con el grito de mi jefe-. A mi oficina. Ya.
Pasa por mi lado sin siquiera mirarme y yo le sigo hasta su oficina.
Se quita la chaqueta, tiene muchas ojeras y desde mi posición le veo un chupetón. Su fiesta de cumpleaños le ha ido bien, por lo que veo.

-Buenos días, señor. ¿Todo bien en su fiesta de cumpleaños? -gruñe un asentamiento y toma asiento tras su mesa y yo le planto el café a su lado.
No espero las gracias por su parte, hace mucho tiempo que descubrí que no tiene educación ninguna.

-La presentación del proyecto fue como la seda -dice con sorna y una sonrisa maliciosa-. Me van a ascender por eso. -Me llevo las manos a la espalda y aprieto los puños de rabia-. El muy idiota de Grey preguntó por ti. -Se echa a reír -. Ya le dije que no eres gran cosa -dice haciendo un ademán con la mano-. Cuando me fui entró Olivia así que no creo que se acuerde mucho de ti en estos momentos. -Me mantengo en mi sitio presa de los celos y la rabia con una ganas tremendas de estrangularle con su corbata -. El viernes estuvo en mi cumpleaños, celebramos mi ascenso y disfrutamos mucho en la maravillosa fiesta que nos habías organizado tú.
Cierro los ojos un milisegundo.
Por eso no pudo quedarse conmigo. Estaba muy entretenido con esas strippers.
-No seas tonta, Ana. Eres una chica inteligente, bastante penosa, pero inteligente al fin de cuentas. Ese hombre no es para ti -dice mirándome con deseo -. En cambio, yo... podría ayudarte si deseas ser alguien más en la vida.
Se pone de pie y se lame lo labios viniendo hacia mí y me acaricia el brazo lentamente. Me tenso de golpe.

-Por favor. No me toques -le suplico y él sonríe burlón.

-Eres muy inocente, Anastasia. Vuelve a tu cueva y deja el mundo para los valientes -me hace un ademán con la mano para que me vaya y yo lo hago.
Me doy la vuelta y salgo por la puerta sin decir una sola palabra, con la autoestima por el suelo, enterrando un poco más mi orgullo y mi valor.

A la hora del almuerzo ni siquiera me molesté en comer. Despaché a Hanna negando con la cabeza y seguí trabajando.
Jack se encargó de llenarme la tarde de encargos: Recogí su ropa del tinte, llevé a lavar su coche, incluso me mandó ir al club de strippers a pagarle a las chicas a las que se folló el viernes.
Por más que intentara animarme me resultaba meramente imposible.

Cisne blancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora