Capítulo 8: Félix

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Era viernes en la noche, ya había pasado una semana del viernes anterior, y yo sorprendentemente no tenía nada que hacer, en Los Angeles no hubiera habido forma de que me quedara en mi casa un viernes por la noche, pero así son las cosas aquí al parecer.

Ya que no tenía más nada que hacer decidí leer uno de los libros viejos que tenía Félix entre sus cosas, estaba apunto de comenzar cuando tocaron mi puerta.

- ¿Puedo pasar? - Preguntó Félix.

- Pasa - Dije yo.

- Tenemos que hablar.

- ¿Sobre qué?

- Sobre que ya llevamos mucho tiempo peleados.

Ugh, aquí viene la disculpa vacía.

- No estaríamos peleados si fueras un poco más responsable - Dije cortante.

- ¿Por qué piensas que soy irresponsable? - Preguntó ofendido.

- ¡¿Por qué lo pienso?! Tal vez porque no eres puntual, tal vez porque no me dices a donde vas, tal vez porque rompes todas mis reglas - Dije estallando.

- Es que he estado ocupado éstos días.

- ¿Haciendo qué?

- No puedo decirte todavía Alice.

- ¡¿Pero por qué?!, ¿Acaso no me tienes confianza? - Ahora de verdad estaba molesta.

- Claro que confío en ti, pero es una sorpresa.

- Sabes lo mucho que odio las sorpresas Félix - No me malinterpreten, no es que las sorpresas sean malas, es que no me gusta no saber lo que va a pasar.

- Ésta te va a gustar... espero.

- Si, yo también espero, tanto misterio debe traer algo bueno.

Félix y yo desde niños éramos así, no podíamos estar peleados, siempre que peleábamos lo arreglábamos. Nuestra pelea más larga había durado dos semanas, y ahora que lo recuerdo fue por una cosa muy tonta.

Yo tenía 10 años, y Félix tenía 23, él había dicho que yo era muy masculina y yo odiaba eso, de pequeña todos mis amigos eran niños. Y al final nos arreglamos fue porque mi mamá lo obligó a disculparse conmigo.

(...)

No había visto a Axel, estuvo faltando a la escuela por varios días, a Scott tampoco lo había visto, creo que había salido del pueblo unos días, y me parecía muy extraño el hecho de que ambos hayan desaparecido al mismo tiempo.

Estaba en la cafetería -pensativa como siempre- cuando Valeria gritó mi nombre.

-¡Alice! - Exclamó.

-¿Que pasó? - Repondí sobresaltada.

-¿En qué piensas tanto? - Preguntó.

-En nada importante - Dije sin más.

-No estarás pensando en Axel, ¿Verdad?

-No... - Dije desviando el tema - Sólo estoy algo estresada - Dije pasando mi mano por por mi frente.

-Danos tu número así podremos hablar - Dijo Mags.

Mientras intercambiamos números, me llegó un mensaje.

Axel: Hola :)

Alice: Hola.

¿Donde has estado?

Axel: Me fui del pueblo unos días, por un asunto familiar... ¿Por qué?, ¿Me extrañaste?

Yo: No

Alice. © Where stories live. Discover now