Alice. ©

Capítulo 15: Vivian

-Para un momento, ¿Ya estás seguro? - Dije.

-¿Te cayó bien verdad? - Preguntó Félix.

-Si, pero no pensé que te decidirías tan rápido.

-No tengo que pensar nada, la amo, pero aún falta algo.

-¿Qué?

-Que papá la apruebe.

-¿Qué quieres decir con eso?

-Le dije a papá que tenía que venir porque quería comprometerme con una mujer.

-¿Y qué dijo?

-Empezó a gritar: ¡FÉLIX QUIERE COMPROMETERSE JAMÁS PENSÉ QUE ÉSTO PASARÍA!

-No idiota - Rodé los ojos - Hablo de que si quiere conocer a Brigitte.

-Ah eso, dijo que quería venir a conocer a la mujer que logró que yo sentará cabeza, así que supongo que sí, pero hay otra cosa.

-¿Qué?

-También le dije a Vivían.

-¿Y qué dijo ella?

-Dijo que quería venir a conocerla.

-¿Y vendrá?

-Si, vendrá mañana.

-¡¿Qué?! - Exclamé - ¿Por qué vendrá?

-Porque yo le dije que lo hiciera.

-¿Por qué le dijiste a esa fresa que viniera? - Pregunté molesta.

-Porque esa fresa es nuestra hermana, y también quiero su aprobación.

-¿Por qué no me dijiste que vendría? Hubiera tenido más tiempo de preparar la fortaleza anti-fresas.

-Porque apenas me lo dijo ayer... Aguarda, ¿Fortaleza anti-fresas?

-Es algo que inventé.

-¿Cuando?

-Cuando era niña.

-¿Y cómo haces una fortaleza anti-fresas?

-Junto mucha comida, agua, dulces, películas, libros y todo lo que pueda necesitar. Luego me encierro en mi habitación hasta que la fresa, en éste caso Vivían, se vaya.

-Es lo más ridículo que has inventado desde los pañales para adulto.

-Hey - Dije quejándome - Esos pañales eran geniales.

-Lo dices porque no fuiste tú quien los usó, quise orinar y terminé con el pantalón mojado.

-Es porque la tela no era absorbente, pero los modifique y aún así no quiciste usarlos.

-Era un invento muy estúpido.

-Tenía 11 años, ¿Qué esperabas? - Pregunté sarcásticamente.

-El punto Alice es que si todo sale bien y aprueban a Brigitte podré proponerle matrimonio, haz ésto por mi.

-Está bien, igual ya no tengo tiempo de hacer la fortaleza anti-fresas.

-Gracias - Dijo Félix abrazandome.

-No me agradezcas, pero me vas a deber una muy grande.

-Lo sé - Dijo besando mi frente - Ve a dormir, mañana cuando llegues de la escuela Vivían estará aquí.

-No me lo recuerdes.

-Por favor se amable.

-Haré lo que pueda.