Homicidio Monetario

-Preparación-

Miguel M. Johnson fue encontrado muerto por una causa aparentemente desconocida, en el salón de su casa, dos horas antes de empezar una nueva jornada de trabajo y un día antes de que su mujer volviese de su viaje de negocios con uno de sus compañeros.

-Más datos.- Espetó el detective O. Hills, uno de los mejores de su promoción, y, posiblemente, el mejor de aquella pequeña oficina.- ¿Sobre qué?-Respondió con temor el pequeño becario. El detective le miró profundamente a los ojos y resopló. Acto seguido levantó la voz para decir:- ¿SOBRE QUÉ? ¡CÓMO QUE SOBRE QUÉ! SOBRE LA VÍCTIMA, ¿QUÉ VA A SER?- Estaba realmente furioso, le gustaba que sus casos fuesen realmente rápidos, lo que conllevaba a que él fuese muy irascible.

-Ey, fiera, relaja, es el primer día de Hann- le comentó entrando en la sala Perseo Evans, su compañero de investigación.-Que poco me gusta que seas así...-dijo Hills al aire.-Lo sé.-Contestó con una sonrisa piadosa su compañero.

Perseo Evans y Orión Hills eran exactamente lo contrario. Evans era un chico pelirrojo, de estatura media, amigable, soñador, risueño, pero también tenía su parte policial, es decir...un poco más rudo. Sus compañeros decía que él era como un bollito de crema. En cambio, el detective Hills era alto, casi esquelético, de pelo oscuro, su carácter era formal, maduro, intimidante, persuasivo...no tenía nada de bollito de crema. Curiosamente formaban un buen equipo, eran dos contrapartes que hacían una, casi perfecta.

-Necesito resolver el mayor número de casos antes de fin de mes para que me asciendan Evans, cuanto mayor sea el numero de datos que tengamos, más fácil será resolverlo, por consiguiente podré acceder a más casos. Un círculo.-

-Siempre pensando en el dinero...-Afirmó su compañero mientras hacía un gesto a su becario para que se fuese de la sala. El pelinegro desvió los ojos.

Perseo abrió la carpeta con los posibles sospechosos y algo de información necesaria para poder empezar a lanzar hipótesis sobre su nuevo caso. Empezó a colocar las imágenes y escribir los datos de cada uno, mientras el otro comenzaba su propia lluvia mental de ideas sobre el nuevo caso.