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Hola mis diablillos...

Perdón por haber dejado abandonada está historia.

Pero bueno aquí estoy y,  retomaré la historia, no diré cuando publicaré, no pondré fechas nada, porque sé que si lo hago no lo podré cumplir.

Espero que sigan disfrutando de esta historia.
Los quiero...

El pequeño zorro despertó perezosamente, dando un gran bostezo, meneo su cabeza para terminar de despertar

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El pequeño zorro despertó perezosamente, dando un gran bostezo, meneo su cabeza para terminar de despertar. Con gran esfuerzo y lentitud se supo en sus cuatro patas, con cuidado salió del gran nido de pelajes que había hecho junto con su pareja. Siguilosamente camino por la gran cueva, que era iluminada por una fogata, en busca de comida, al no encontrar nada decidió en salir en busca de su propia comida.

El demonio miró atentamente como el zorrito salía de la cueva, miró con ternura como olfateaba el lugar, como su nariz se movía frenéticamente buscando algo con desesperación. Se acercó tranquilamente para no asustar a su distraída pareja.

El zorro levantó la cabeza y la giro a su dirección, miró al gigantesco lobo negro que lo miraba atentamente, cuando vio el ciervo que tenía entre sus colmillos, el movimiento de sus colas lo delataba. Entre saltos se acercó al demonio, pero se detuvo a unos pasos, retrocedió para luego agachar su cabecita y comenzar a vomitar, el olor que desprendía el ciervo le dio tanto asco que no lo pudo contener, ya solo expulsó todo.

El demonio se preocupó al ver a su pareja enferma, dejo a un lado el ciervo y se acercó cubriendo con su cuerpo el del zorrito, cuando este se alejó del sucio lugar y comenzó a temblar entre sollozos.

Cuando su pareja se calmó , se alejó para poder tomarlo del pelaje y volver a la cueva, lo dejo en el nido y comenzó a lamerlo.

- espera aquí, te traeré comida - me habló despacio -

- no carne - murmuro lastimosamente, le dolía el cuerpo -

- tienes que comer carne -

- no - se hizo una bolita -

El demonio frunció el ceño, su pareja siempre comía carne, el era ciervo era su favorita, pero al recordar cómo reaccionó anteriormente decidió buscar otra cosa.
Se le hizo difícil pero logro encontrar unas vallas , moras y  unas nueces, tal ves eso le haría bien.

Cuando ingreso a la cueva y se acercó al nido, casi deja caer la gran hoja donde había puesto lo que consiguió. Pero nadie lo podía culpar, su zorrito estaba boca arriba, no solo dejando su cuello al descubierto, también su pansita hinchada, dónde habita su cachorro, era la mejor imagen que le podían dar. Salió de su trance y entro al nido, dejo la hoja cerca de su zorrito, este giro lentamente de no dañar su pansa y se acercó más a la hoja, el olor dulce de la fruta y las semillas encendieron su hambre de nuevo, comenzó a comer las frutas y luego fue una lucha poder abrir las nueces, así que el demonio las tomaba y con sus garras las partía perfectamente.

Admiro como su zorrito comía felizmente, añoraba poder vivir tranquilamente, esperaba que esa manada se encargará del problema antes de que su cachorro naciera.

Cuando el zorro termino de comer, se acercó al demonio y se hizo una bolita acurrucado a su lado, el demonio lo cubrió con su cuerpo, sin aplastarlo.

... Anhelaban una vida tranquila...

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Habían pasado dos meses y las cosas no estaban bien en Beacon Hills, los demonios habían provocado ya varios accidentes tratando de encontrar al zorro, no pararían hasta hacer desaparecer esa abominacion.

La manada estaba alerta,  siempre en movimiento tratando de proteger al pueblo todo lo que podía, pero aveces no era suficiente, Erica, Liam y Ethan había salido heridos en varias ocasiones donde trataron de detener a los demonios, habían estado solos, no pudieron hacer mucho.

- ¿Cómo estás? - el sheriff se sentó en la cama donde reposaba Jordan -

- muy agotado y de eso que estoy en cama todo el día - resopló - esto es abrumador -

- tu cachorro es muy fuerte, te está quitando mucha energía por eso estás tan débil, no te preocupes, cuando nazca estarás mejor - sobó su pierna - estoy seguro de que Stiles estaría todo el día contigo si estuviera aquí - dijo nostálgico - 

- sabes que ese demonio no le hará nada, solo quiere a su pareja y a su cría con él, sabe que es el único que puede protegerlos, por eso era dejando que nosotros nos encargamos del problema - tomo su mano - sabe que podremos y así será -

- no creo que las cosas estén calmadas cuando él vuelva, se han dicho y hecho muchas cosas como para perdonar - sintió tristeza por su hijo - no será fácil para él -

- para nadie lo será, solo no ahí que dejarlos caer - sonrió al sentir el movimiento de su cachorro - pronto terminará todo esto - murmuro acariciando su abultado vientre -

El sheriff salió de la habitación con una malestar en el pecho, sabía que si no hubiera caído, su hijo no estaría sufriendo toda esa tragedia ahora.

Mi OmegaWhere stories live. Discover now