CAPÍTULO 23 - FÓLLAME ESTA

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Valentina's POV

Me tiene loca. De la forma retorcida.

Juro que hoy, cuando la miraba a los ojos (tan preciosos como los tiene), deseé seriamente tirarme encima de ella.

Estoy en la sala de mi casa viendo una película con Manuel, y es un poco aburrida, para ser francos. Así que no puedo evitar empezar a pensar en cualquier cosa, excepto la película. Él tiene un brazo sobre mis hombros. Me centro en eso.

Sus manos se ven fuertes y con un color muy pálido. De una u otra manera me recuerda al color de Juliana. En realidad, Manuel enteramente me recuerda a Juliana.

Es como el karma de las infidelidades, que la persona a la que le fuiste infiel sea la que más te recuerde los hechos.

—Trabajas mucho, Manuel. —comento, para comenzar una conversación. —Vas a estar todo el mes ocupado con el señor Pimentel.

—Quiero construir algo, así como nuestras familias. Para eso hay que trabajar. —me abraza un poco a su cuerpo.

—¿Quieres ser como tu padre?

Nunca le había preguntado esto.

—No, el mío es empresario. Yo quiero ser... como el tuyo, y tener una hija hermosa. —me da una media sonrisa.

Mi corazón se hunde un poco. Él es encantador y la persona más condescendiente que pueda existir para tener una relación. Sin sus cualidades, estoy segura que hace mucho le habría terminado, pero él es ideal, y detesto eso.

Detesto que sea un chico ideal, porque es difícil negar cosas buenas. Durante nuestra relación, muchas veces he intentado pelear con él sin razón alguna y siempre encuentra una forma de solucionar las cosas. Nunca ha sido posesivo, ni desinteresado, ni descortés, ni egoísta, ni nada. Nunca he encontrado una maldita razón para terminar con él, y por eso me siento muy mal. Lo detesto.

—¿Qué pasa si quiero volverme actriz o documentalista en California? ¿Qué pasaría con... nosotros? Porque tu sueño es ser político. —digo muy por lo bajo. Tengo curiosidad.

—Entonces iré contigo. Cumpliremos nuestros sueños juntos, Val. —la película entonces termina. —Igual puedo ser político aquí o en California.

Me da un beso en los labios antes de ir a la cama. Se siente mal. Observo como camina hacia fuera de la casa, dejándome triste y perdida.

No puedo seguir ignorando las cosas. Manuel es todo lo que podría pedir, pero... no es ella.

Lo he estado pensando. Desde ese beso en el armario y hoy cuando miraba los ojos de Juliana en el baño de la biblioteca, nunca me he sentido así, con tantas ansias de algo.

Sé lo que soy, las evidencias lo confirman. A mí me gustan las chicas, y no es sólo Juliana. Mi vida entera ha sido una constante negación ante lo evidente. No quiero seguir negándolo conmigo misma.

¿Y entonces qué hace Manuel en mi vida?

Buena pregunta, Valentina. Buena pregunta.

***

Son casi las 10 de la mañana. Estoy en la gradería desgastada de un campo de juego de mi escuela. Hay un partido de fútbol, chicos contra chicas, y yo soy la árbitra.

Manuel está jugando. Él jura que me ofrecí de árbitro para verlo, pero está un poco lejos de la realidad.

—Valentina Carvajal. ¿podrías pitar un cambio? —me giro y encuentro a Juliana Valdés con un uniforme de fútbol y el cabello en una coleta.

PROHIBIDO (ADAPTACIÓN) - JULIANTINAWhere stories live. Discover now