CAPÍTULO 70 - RISA NERVIOSA

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Juliana's POV

—Es Manuel.

Le advierto a Valentina. Estamos en la parte obscura de la entrada, entonces Manuel no nos puede ver y literalmente está a punto de desmayarse del susto.

Entonces Valentina da unos pasos lentos que la dejan ver. No sé qué lo asustó más realmente, nuestro ruido o la cara de la castaña, la película de terror de inmediato pasa a segundo plano.

Su mandíbula cae al piso. Mira a la chica como si fuera un fantasma y sus ojeras rojizas, que refleja la luz del televisor, se marcan con más intensidad.

—¿Qué haces aquí? —se acuesta completamente en el sofá y tapa su cara con las manos.

—Te hago la misma pregunta. —aparezco también.

Él se queda atónito con mi presencia, pero en plan desanimado, como si nuestra aparición fuera una repentina migraña.

Apaga el televisor, no responde nada. Tiene barba de un mes, el cabello casi al cuello y una camisilla rota con quemaduras de cigarrillo, que alguna vez fue blanca. Si no estuviese muy segura de mi visión, lo habría confundido con mi padre.

—Ya saben, algunos no podemos simplemente desaparecer. —responde con ironía.

Lo dejo pasar. Realmente no me importa la existencia de Manuel, ni de los Carvajal, ni de nadie, en realidad. Ya he sido tan humillada hoy, que no deseo soportar más.

Entonces inspecciono la casa, mientras Valentina se queda mirando los restos del que fue su novio alguna vez.

La casa se ha convertido en un basurero, hay envolturas por todas partes, cerveza, cajas vacías y colillas de cigarrillo, rayones en las paredes. Maldita sea, ¿por qué hay rayones en las paredes? Miro de reojo la cocina. Siento un olor extraño a limón, toco la puerta y percibo una textura pegajosa.

Miro más a fondo la sala, el sofá de cuero negro, el maldito sofá está rasgado, me llevo las manos al pelo. Mierda, ¿qué diablos sucedió aquí?

—¿Qué ha pasado contigo? —Valentina empieza a hablar con el chico.

Él no reacciona, es indiferente a la mirada de mi novia. Rápidamente subo las escaleras y de un salto, entro a mi cuarto.

Quedo tan impactada que me tapo la boca. Está destrozado, mi colchón fue lanzado a la ventana y todo lo de los armarios fue esparcido por el piso.

Mi respiración empieza a ser irregular, esto es demasiado, es criminal, ni un terremoto habría destruido tanto mi casa. No soy capaz de seguir viendo, vuelvo a ir hacia las escaleras, pero antes encuentro un charco de agua saliendo del baño, lo abro, las paredes están cubiertas de labial. Esto ni siquiera es coherente.

Había imaginado volver y pelear con mi padre, algo normal, darle un abrazo a Michel, sentarme en mi sofá de cuero y leer el único libro que jamás terminé, mientras meditaba sobre mi comportamiento de los últimos meses. Tal vez incluso saludar a Luciano, decirle que sí, en definitiva, hice aquello de lo que me burlé toda la secundaria.

«—Las modelos son estúpidas, no quiero dedicarme a ser estúpida, le dije a Luciano en una de nuestras conversaciones del almuerzo.

—Es fácil y ganan mucho dinero, tú eres más estúpida al no querer algo tan genial. — respondió.

—Cállate.

—Acepta mi superioridad.

—Tal vez modelo sí, pero nunca mentirosa.»

Bajo las escaleras sintiéndome completamente desarmada. Sé que en la vida todos cargamos con nuestros problemas, pero todo lo que veo no sé cómo soportarlo.

PROHIBIDO (ADAPTACIÓN) - JULIANTINAWhere stories live. Discover now