Lilac

Capítulo 2

Un pequeño omega enfurecido iba dando vueltas en su gran jardín mientras sus dos amigos estaban sentados tranquilamente tomando el té, estaban acostumbrados a su inquietud desde que hace un mes se había anunciado su enlace a todas las manadas. Pero hoy su inquietud no era debida a esa noticia, sino a un pequeño encuentro que había tenido hace un par de días con Bang Christopher.

Frunció sus labios con molestia "No entiendo porque es tan descarado de decirme que se opone en rotundo a la unión" bufó indignado ante el reclamo del mayor "Soy el mejor omega con el cual se podría llegar a enlazar su hermano" gruñía bajo su nariz mientras caminaba sin cesar dando vueltas por el lugar.
Todo cesó cuando su mejor amigo, Jisung, fue quien habló para detenerlo "Min, ¿por qué te molesta tanto lo que pueda decir ese alfa...?" su voz fue decayendo cuando el omega lo fulminó con la mirada, dándose cuenta del error en la elección de sus palabras.
Hyunjin salió a su rescate "Por todos es sabido que vuestro odio es mutuo, es entendible que sea reacio al enlace también. Después de todo es su hermano con quien te estás enlazado" explicó con nerviosismo esperando que el mayor entendiera eso y poder salvar a su amigo de una muerte lenta y dolorosa.
Tuvo efecto porque Minho relajó su expresión, eso le hizo que pensar, su primo tenía razón "Es verdad..." musitó para sí mismo con una expresión reflexiva, haciendo que los otros dos suspiraran con alivio "Pero aún así no le da ningún derecho a ser tan desagradable conmigo" torció los labios enfadado mientras los otros dos jadearon exasperados.
Su mejor amigo se aventuró a hablar otra vez "Pero Min, ¿desde cuándo te importa lo que piensa el alfa Bang?" no conseguían entender porque últimamente todo lo que tenía que ver con el alfa lo irritaba más de lo normal.
Les dio la espalda con los ojos cerrados "Déjalo, no lo entenderías" dijo antes de marcharse y dejar a sus dos amigos atrás.

Minho estaba confundido también, siempre había sido más sensible con todo lo que le dijera ese alfa, pero ahora que estaba de los nervios con lo del enlace sentía que perdía la cabeza cada vez que se cruzaba con el alfa, y al no entender el porqué se sentía aún más irritado. Tampoco le gustaba sentirse tan fuera de sí, él no era débil, y toda aquella situación lo estaba superando, pero se negaba a derrumbarse por nada del mundo.

Simplemente necesitaba despejar su cabeza, así que decidió dar un paseo por el bosque, quizás estar rodeado de naturaleza le ayudaría a encontrar la paz interior que tanto necesitaba en ese momento, normalmente esta elección siempre conseguía calmarlo. Pero para su mala suerte se topó con quien menos quería ver en ese momento, no podía creer que Bang Christopher estuviera en esa parte del bosque, cuando era la más cercana a su manada.

Rodó los ojos no creyendo lo que estaba viendo "¿Se puede saber qué haces aquí?" paró en seco sobre sus pies dejando bastante distancia entre los dos.
El alfa alzó una ceja ante su actitud "¿Acaso el bosque es tuyo?" recriminó el mayor ante lo que el omega no supo qué hacer.
El omega no se sentía capaz de pelear con el alfa en aquel momento, así que giró sobre sus talones para marcharse "Adiós" dijo bajo.
Pero no llegó muy lejos cuando el alfa lo retuvo "¿Qué te pasa ahora?" cuando miró al alfa por encima de su hombro pudo ver arrepentimiento por sus gestos hostiles.
Entrecerró los ojos al mayor "¿Acaso has olvidado que estoy enlazado con tu hermano?" respondió con la única respuesta que podía hacer enervar al alfa.
Christopher soltó un gruñido profundo ante aquella pregunta "Ya lo sé" soltó con molestia cada palabra, como si la mera aceptación de eso le diera rabia lo cual cabreo al omega.
"Ya estoy harto de ti" soltó duramente mientras se soltaba del férreo agarre que tenía el alfa sobre él "Por todos es sabido que soy el mejor omega de todos las manadas, ¿sabes cuántos envidian a tu hermano por este enlace?" recriminó mientras apuntaba con un dedo al mayor que lo observaba en silencio "Pero que iba a saber un salvaje como tú, no entiendes de clase, ni elegancia, solo sabes ser un hooligan allá donde vas" prosiguió mientras daba con su dedo sobre el robusto pecho del alfa que seguía sin moverse.
Fue entonces que el alfa agarró la delicada mano del menor "¿Salvaje? ¿Hooligan?" acercó su rostro al del omega, fijando sus ojos en aquellos grandes orbes color chocolate que lo miraban con indignación ante tanta cercanía "¿A quién le gustaría un omega altanero y quejica? Ni siquiera eres tan bello como dicen" bufó Christopher con desagrado.
Aquello fue la gota que colmó el vaso para Minho, se zafó del agarre para propinarle un puñetazo en la cara de ese alfa enfurecido "No me vuelvas a dirigir la palabra" indignado salió de allí con las mejillas rojas por la humillación.