Capítulo 21

2.6K 148 58
                                    

El sollozo de una mujer enamorada y emocionada por el momento especial que acaba de sucederle, se escuchaba por la bocina de un aparato.
Era un momento único, especial, no tenía precio.

Al terminar la última línea de la canción, Albert le dijo:
— ¡Te amo Candy!...  Te amo como jamás pensé amar en la vida.
Eres la existencia de mí vivir, el aire que necesito para respirar y sobrevivir.
— ¡Oh Albert!... ¡mi amor!...  Te amo, te amo tanto que deseo tomar el primer vuelo a Brasil.  Ya no puedo estar sin ti. - Candy comenzó a llorar nuevamente  mientras el corazón de Albert se estrujaba por el dolor de no estar cerca de su pequeña.
— Pronto regresaré y no nos volveremos a separar.
— ¿Me lo prometes Albert? - Preguntó mientras secaba sus lágrimas.
— ¡Te lo prometo! – Afirmó con un nudo en su garganta.

Las horas pasaban rápidamente que no sentían el cansancio ni el tiempo.
Conversaban  de las cosas que hicieron durante el día laboral.
Para Albert era aburrido repetir las reuniones con los inversionistas de Brasil. Pero Candy estaba tan interesada en saber más sobre los negocios que su hombre hacía, tanto que el tiempo se les pasó de prisa sin que se dieran cuenta.

— ¡Si!... _ dijo Candy. _ ¡¿Puedes creer?!  Se quedó hablando sola  cuando le dije que mi esposo me estaba esperando.
Esa chica está muy enamorada de ti Albert... Hum... ¿Estás seguro que no hubo nada entre ustedes en Kenia?
— ¡Candice White Ardlay!...
Te puedo asegurar con mi vida que nunca tuve nada con ella. — Albert sabía que Candy estaba celosa. Esa  era la razón por la que lo cuestionaba seguido sobre Helen y tiempo vivido en África.
— ¡Oooh!... _ Dijo la rubia sonriendo en sus adentros...
_ ¿Ardlay?...
Es verdad,  Se me olvidaba que ahora soy tu hija
Jajajaja.  — Candy carcajeaba haciéndole bromas.
Algunas veces le decía anciano, otras abuelo y ahora padre.
_ ¡¿Será que ahora debo decirte, papá?!... _ Las orejas de Albert cambiaron de color rojo carmesí. Jamás pensó que Candy saldría con esa broma pesada.
— ¡Candy!.... ¿Hasta cuándo debo de soportar esta venganza tuya?
Me prometiste que no lo harías más. — El tono de voz cambio en ese instante.
Usualmente el tono de voz de Albert era dulce y delicado, pero ese momento había mostrado enojo por el comentario de Candy.

— ¡Ash!... Pues como negarlo. Es verdad que te adopté y que fui tu padre adoptivo por un tiempo.
Pero ya eres mayor de edad.... ¡Es más creo que últimamente pareces una abuelita!... ... jajajaja. Y como eres una abuelita, deje de ser tu tutor hace varios años.
_ Albert... .... _ grito molesta.
_ Para de decirme padre o te seguiré llamando abuela. ¿Entendido?
¡Más bien! ¿No crees que podría ser tu papacito?... ¡Eh!.. ....

— Hum... déjame pensarlo... y que tal si eres mi papacito y el padre de nuestros hijos ¿Qué opinas? — El corazón de Albert comenzó a latir rápidamente al escuchar la palabra, hijo.
— ¡Candy... estas!... ¿Estas embarazada? _ En ese instante se escuchó un golpe.
_ ¿Albert?... Albert...
¿Albert esta bien? por favor respóndeme. _ Después de un par de minutos Albert respondió:
_ ¡Si aquí estoy!... Dios.... de la emoción y nervios se me cayó el celular de las manos.
¡Como que tus bromas están haciendo efecto y me estoy volviendo viejo jajajaja!...
_ ¡¿Viejo Tú?!... Para nada, eres tan joven y buenmozo que solo de imaginarte mi corazón brinca de alegría y me falta el aire.
_ ¡Mi amada e incondicional pequeña!... ¡Te amo mi tesoro!
Aun no me respondes. ¿Estas embarazada Candy?
_ Albert... ¿Te has dado cuanta la hora que es?...
Dios... llegaré tarde al hospital.
Debo dejarte cariño.Y si deseas saber si estoy embarazada... regresa pronto.  Te amo. _ Candy colgó la llamada y se dirigió hacia la ducha, dejando a Albert con la duda y la felicidad al imaginar que sería padre.

_ Candy... me has colgado el móvil. _ jajaja... tan libre como siempre, y es eso lo que más amo de ti.
Pero... ¿Sera que si seré padre?
No. Creo que  me lo hubiera dicho. ¡Pero me pidió que regrese pronto!..._ Se dijo así mismo halándose los cabellos por la duda.
La cabeza de Albert era un torbellino imaginando si su amada mujer estaba esperando un hijo de él.
Después de un rato, también se dirigió a la ducha.
Le esperaba un día bastante ocupado. Debía cerrar tan pronto como le fuera posible, uno de los cinco contratos que tenía programado con los Brasileros y portugueses por las últimas dos semanas.


           En New York

Candy se dirigía hacia el elevador cuando se dio cuenta de la presencia de una persona desconocida en el área de vigilancia del edificio.  No era el señor Kim.  Hacía varios días que el hombre Coreano se encontraba ausente.

_ < Dios... ya se me hizo tarde y no me puedo detenerme a conversar... Pero que ha pasado con Kimo> _ Pensó.
Lo dudó por unos segundos pero al final, la preocupación por su amigo Kim fue más fuerte.

_ ¡Buenos días señor!...
_ Buenos días señorita. _ respondió el hombre en tono cortante.
_ ¿El señor Kim está de vacaciones?... vea es nuestro amigo y hace varios días que no lo vemos.
_ No podría decirle con exactitud lo que sucede. Pero creo que tuvo que viajar de emergencia a su país.
_ ¿Una emergencia?
_ Es todo lo que se señorita. Que tenga buen día. _ El hombre cerró la puerta de la oficina o continuó con su trabajo.

< Que hombre tan malhumorado...
¿Qué habrá pasado con el señor Kim?> _ Candy salió preocupada del edificio por su amigo.

                         Hospital Bellevue

En el hospital Bellevue en la sala de emergencias se escuchaban las voces de las personas observando al joven castaño quien acompañaba a una joven. Rostros bastante familiares.
Susana presentaba una amenaza de aborto. El escándalo en la sala de emergencias era porque el rostro de la pareja eran Terruce y Susana Graham.

_ ¡Si!... Parece que Terruce Graham y su esposa Susana. ¿Qué tragedia les habrá sucedido nuevamente?_ Eran los comentarios entre los pacientes en la sala de espera.
El Dr. Leonard  estaba encargado del caso por petición de la señora Baker.

_ Lo siento joven, pero no podrá pasar de aquí.
Le avisaremos de la situación tan pronto detengamos el sangrado. _ dijo Patricia quien asistiría al Dr. Leonard.

_ Por favor sálvelos  Dra. Salve a mi esposa y mi hijo... por favor...  _ Terry suplicaba por la vida de su mujer y su hijo.
_ Haremos todo lo que podamos humanamente posible por salvarlos. _ respondió Patricia dejándolo solo con su madre en la pequeña sala de fuera de cirugía.


Mientras tanto, Candy caminaba por los pasillos del hospital cuando se encontró con Archie nuevamente.

_ ¡Cindirella!..
Parece que estamos destinados a encontrarnos. _ El joven sonriente y galante coquetea a Candy.
_ ¡Joven Cornwell! Parece que usted no se da por vencido.
_ ¡Nunca!...
_ Pues déjeme decirle que pierde usted su tiempo. Ya le dije que estoy enamorada de alguien más.
Y ahora si me permite, debo comenzar con mis labores. _ Candy nuevamente lo dejo con la palabra en la boca.
_ ¡Olvídalo Archie!... _ dijo una voz femenina.
_ ¿Recuerdas lo que te dije cuando me dejaste en el aeropuerto?
Esa palomita ya tiene dueño. Y es mejor que te alejes antes de que salgas lastimado. ¡Si es que de verdad te interesa!
Más bien creo que te estas obsesionando por el simple hecho que nunca te han rechazado.

_ ¡Señorita Brussette!..
Usted siempre tan inoportuna. _ dijo Archie mientras le hacía un guiño.
_ ¡Vamos!... mejor te invito a un café en la cafetería del hospital. ¡Claro!... si el medico Africano te lo permite.
_ ¿Te refieres a Albert?
_ ¿¡Y quien más podría ser!?... _ Helen alzo los brazos en señal de rendición.
_ Ya le dije que no es Africano... te llevaras una sorpresa con el Dr.
Albert uno de estos días... jajajaja.
_ ¿Sorpresa?.. ¡Ja!... lo dudo.
_ je disais seulement... je disais seulement. _ dijo la mujer en su idioma.
_ ¿Sabes que entiendo lo que dices?... no hace falta que me hables en Francés. _ Helen sonrió, era más que obvio que Archie también hablará varios idiomas al igual que Albert, el patriarca del clan Ardlay.


Continuara.

Hola chicas.... Gracias por el apoyo y comentarios en mi perfil y grupo de Facebook.
Como todas sabemos, las noticias son desbastadoras por la enfermedad de Covid- 19 coronavirus.
Primero China, Italiana y Luego los Estados Unidos somos los que tenemos más casos.
Un caso positivo en un país es triste y muy importante.
Por favor cuidémonos unos a otros. Cuidemos nuestros hijos, familia, ancianos, vecinos, compañeros de trabajo para lo que aún están trabajando.
Oración por el mundo entero.
He estado bloqueada y  no había logrado escribir ni un párrafo.
Gracias al apoyo de varios lectores.
Dios nos guarde y cuide.

Párrafo Salmo 91

1 El que habita al abrigo del Altísimo, Morará bajo la sombra del Omnipotente. 2 Diré yo á Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en él confiaré. 3 Y él te librará del lazo del cazador: De la peste destruidora. 4 Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro: Escudo y adarga es su verdad.


Que Será de Ti Where stories live. Discover now