Diez.

270 26 2
                                    

¡Hola! Al final de todo, es dejo una pequeña nota. Que disfruten el capítulo. Atte. su autora :)

Seven.

Los días pasaban y mientras menos faltaba para terminar la cuarentena más pareciera que Astrid y Melisa se iban a sacar los ojos. Sabía que mi novia sabía lo que había pasado esa noche, pero estaba esperando que ella decidiera a tocar el tema para no generar aún más conflictos.

La cuarentena se sigue extendiendo, cosa que a mí solo termina por complicarme la existencia.

Estábamos con Astrid en la habitación a punto de meter a bañarnos cuando sentimos un par de golpes en la puerta. Me coloco un pantalón deportivo y camino hacia la puerta para abrirla.

- ¿Melisa?- pregunto confundido al verla del otro lado de la puerta.

- Hola, ¿puedo pasar?

- Creo que eso no sería lo mejor en estos momentos.- comento.

- Sera solo un momento, lo prometo.- agrega y se abre paso como dueña y señora del lugar.

Odio tener que admitir que estoy equivocado y que alguien más tiene la razón, pero mi novia no se equivocaba cuando dijo que mi amiga sería un verdadero dolor de muelas.

- ¿Qué ocurre?- pregunto cruzándome de brazos.

- Tenemos que hablar de lo que paso esa noche en la cocina, yo sé que no fue lo correcto.

- ¿Y si sabias que no era lo correcto para que lo hiciste? Mira Melisa, llevo más de un año comprometido con Astrid, nunca le he sido infiel ni nunca se me cruzaría por la cabeza serlo. Así que deja de darle vueltas al asunto como un abejorro.

- Pero Seven, tenemos que hablar...

- Ya te dijo que no quiere hablar. ¿Se puede saber que está pasando aquí?- pregunta Astrid histérica saliendo del baño con una remera mía.

- ¿Se lo dices tú o se lo digo yo?

- ¿Decirme que?

- Eso, ¿decirle que? Melisa, reacciona, no paso ni va a pasar nada.- la mire cansado.

Entonces ella me dirige una mirada apenada, ¿acaso esta dolida? Por el amor de Dios, lo que me faltaba. Romperle el corazón a alguien con quien ni siquiera tengo nada.

- Seven y yo nos besamos.- dice de golpe.

- ¿Qué?- preguntamos al unísono con Astrid.

- Eso.- se encoje de hombros.

- Joaquín Cordovero, ¿algo que tengas para agregar?- me mira Astrid.

- Si, obviamente muchas cosas. En primera, lo que está diciendo es completamente falso, en segundo, nunca ni siquiera por la cabeza se me ocurriría hacerte algo así, tres, ¡¿ACASO ESTAS DEMENTE?!- grito mirando a Melisa.

- Lo siento.- fue lo único que dijo.

- Me importa un cuerno cuanto te disculpes, tú sabes que no pasó nada y vienes a mentirle a mi novia al respecto. ¿Qué quieres?

- No sé qué quiere, pero la verdad no me interesa. Los quiero a los dos fuera de la habitación urgente.- habla Astrid tratando de sonar calmada.

Astrid.

Entonces comencé a empujarlos hasta sacarlos de la habitación y una vez que estuvieron ahí, cerré la puerta con seguro.

Sabía que no era cierto lo de que se habían besado, pero me molesta mucho que Seven la deje avanzar tanto en nuestras vidas, como por ejemplo el hecho de que este metida en nuestra habitación. Es un imbécil.

Seven.

Me quede parado mirando la puerta sin decir nada, con la mirada perdida en la madera blanca que cinco minutos atrás me cerraron en la cara.

- Seven yo...

- Calla.

- Por favor, enserio lo siento

- ¡Que te calles por el amor de Dios!- grite volteando a verla de golpe.- Te quiero hoy mismo fuera de mi casa, no quiero volver a verte ni pintada.- hablo un poco más calmado.

- Estamos en cuarentena.- comenta.

- Me importa un cuerno la cuarentena, pero tú no pasaras un solo minuto más en mi casa tratando de arruinar mi relación. Tendrás que ir a la comisaria, que te firmen un permiso y te volverás a Córdoba. Sola. Porque no pienso mover un solo dedo más por ti. Te di la mano y me agarraste el codo. Nunca más.- la miro molesto.

- Esta bien, preparo mis cosas y hoy mismo estoy fuera.

- No sé porque no estas ya preparando tus cosas para irte.- me cruzo de brazos.

- No hará falta.- habla Cazzu.

- Nosotros ya le hemos hecho ese pequeño favor.- comenta Malena.

- Algo nos dijo que nuestra invitada agregada no se iba a quedar mucho tiempo.- dice Agus.

- Así que hemos empacado por ti.- sonríe de manera cínica Brenda.

- Esperamos este todo.- habla la chilena.

Entonces le arrojan sus bolsos a los pies y se cruzan de brazos esperando algún tipo de reacción. Melisa solo se limita a tomar sus cosas y las chicas la acompañan hasta la puerta, obviamente no sin antes recordarle que la próxima vez que venga o se aparezca por capital y la vean le van a largar a mis perros.

Que si no mal recuerdo, aun no tienen nombre.

Bueno, un problema solucionado. Falta uno.

Misión, recuperar a Astrid activada. Deséenme suerte.

-----------------------------------

Hola, hola. ¿Cómo están? Yo sé que nunca soy de interactuar con ustedes. Prácticamente soy su esclava, ustedes me piden, yo les cumplo y ahí se termina la cháchara. Hoy he decidido cambiar un poco las cosas.

En mi perfil, ustedes van a encontrar una lista de lectura que dentro contiene la novela de una muy cercana amiga mía. Es una novela juvenil, que en lo que a mi concierne es bastante interesante. Me gustaría que se pasaran a darle un poco de amor. Sé que no es el tipo de novela a lo que muchxs estamos acostumbradxs, pero sería un lindo gesto.

Gracias por su atención, nos leemos pronto.

"STRONG." Seven Kayne.Where stories live. Discover now