Esclavo 2

CAPITULO 4

El pelirrojo no pudo evitar levantarse cuando los rayos del sol le llegaron al rostro , al girarse se encontró con el rostro del moreno que esta durmiendo tranquilamente. Los dos estaban desnudos después de todo  tuvieron una acalorada noche que el pelirrojo al recordar no pudo evitar sonrojarse. 

Aunque llevaba poco tiempo con Aomine los días que no estaba junto a el se les hacia eterno y se juro a sí mismo que no se separaría de el. 

El Moreno al sentir que su pareja ya está despertando lo vio sin que el se halla dado cuenta, lo observó por unos minutos para después agarrarlo de la cintura y acercarlo más a el para darle un beso en el cuello.

Kagami sintió una corriente pasar por todo su cuerpo Aomine también lo noto y no pudo evitar sonreír orgulloso, le gustaba todas las reacciones que provocaba en el pelirrojo.

-Aomine me duele el cuerpo por lo de anoche - comentó sonrojado, le dolió toda la cadera y un poco la espalda.

-Pero aún no tengo suficiente de ti - Aomine acariciaba la cadera de su pareja.

La verdad es que el moreno quería seguir haciéndolo anoche pero al ver como el pelirrojo se canso al terminar la segunda ronda lo dejó en paz. Pensó en seguir en la mañana pero parece que no se podrá.

El pelirrojo aprovecho el momento en que Aomine se quedó en sus pensamientos para liberarse de sus garras, después de ponerse la ropa salió de la habitación para dirigirse a la cocina. Al entrar se encontró con Kasamatsu tomando su desayuno.

-Buenos días - saludo el pelirrojo caminando hacia el frigider para sacar algunas cosas para su desayuno.

-Buenos días - saludo Kasamatsu - Parece que Aomine y tu se divirtieron en la noche.

Kagami se quedó estático en su sitio mientras se sonrojaba parece que ese día estará todo el día con la cara roja de la vergüenza. Kasamatsu no pudo evitar soltar un pequeña risa al ver al pelirrojo, Kagami era muy inocente y eso es adorable para el.

-¿H-hicimos mucho ruido? - preguntó Kagami, mientras se giraba un poco para ver al pelinegro.

-Pues si - respondió de lo más normal Kasamatsu - Aomine nunca se contiene al tener relaciones con alguien es por eso que u habitación está lo más alejado posible.

-Así que no se contiene cuando tiene relaciones - habló para sí mismo pero el pelinegro pudo escucharlo.

-En esta casa era normal que Aomine traiga a mujeres para tener relaciones ya que el junto a Murasakibara no tenían esclavos pero al titan tener relaciones le importaba muy poco en cambio al moreno no podía evitar tener relaciones cada día.

-Si tenía relaciones con mujeres - Kagami se acercó para hablar frente a frente con el pelinegro - ¿Porque eligió a un hombre como su esclavo?

-Debió ver algo en ti - comentó - Pero la verdad es que los hombres resistimos más al tener relaciones.

-¿De qué hablás?

Kasamatsu se le quedó viendo un rato. La verdad no sabía cómo reaccionaria el pelirrojo.

-Los esclavos somos utilizados como cualquier cosa por nuestros amos - habló de forma seria - Yo tenía otro amo antes de Kise, era un hombre agresivo cada vez que tenía relaciones conmigo me golpeaba en la espalda - Kasamatsu no pudo evitar encogerse en su sitio - Algunas veces me entregaba a otros hombres, un día ese hombre me llevó  la fiesta, a la que fuimos la vez pasada - Kagami se estremeció al recordar aquel día - Tenía un reunión con una persona para hacer algún trato, parece que no le fue bien porque vino a mi muy enojado, me arrastró a una habitación.

-... ¿Que te hizo? - preguntó con duda el pelirrojo al ver cómo Kasamatsu se queda en silencio en sus pensamientos.

-En la habitación había muchos juegos, cerca había un bate de fierro y me empezó a golpear con el - Kagami vio como el de pelo negro apretaba los puños - Parece que ese hombre no sabía que la habitación le pertenecía a la “Generación Milagrosa” y que kise estaba ahí, observando todo.

-Al ver cómo golpeaban a Kasamatsu no me podía quedar quieto - Las dos personas que estaban en la cocina dieron un brinco sorprendidos. Kasamatsu al ver asu amo se sonrojo, Kagami solo se quedó mirándolo y pudo notar lo serio que estaba, parece que a ellos dos no les gusta hablar sobre eso - No pude evitar defenderlo, le quite el bate y lo saque de la habitación.

-Recuerdo lo asustado que estaba por verte ahí - comentó Kasamatsu para después soltar un risa.

Kise sonrió al ver cómo le cambiaba el humor asu esclavo.

-En ese momento sentí algo extraño por Kasamatsu y tuve que pagarle asu antiguo amo por el - Kise rodeo con sus brazos al pelinegro - Pero es algo de lo que no me arrepiento.

Kagami observó a la pareja y se quedó pensando, quería ser como ellos, que Aomine lo tratara de esa manera aunque también es algo tierno pero solamente lo es cuando están ellos dos solos y no se podía quejar.

-Lo que te puedo decir es que... - siguió hablando Kasamatsu - Aomine debió sentir algo al verte y sino fuera así se hubiera negado en comprarte o hubiera pedido que buscarán a otro esclavo...

-Así que estaban hablando de Aominechii, ¿Tienes alguna duda Kagamichii? - pregunto el rubio.

-No - respondió - Kasamatsu me lo respondió, será mejor que me prepare algo para desayunar.

Mientras Kagami cocina los demás empezaron a bajar con sus respectivas parejas, el moreno fue el último en comer su desayuno.

-Quiero decirles algo a todos -anuncio Akashi - Mañana tenemos una fiesta por el cumpleaños de Murasakibara.

Himuro se sorprendió ya que el no sabía nada sobre eso, le dirigió un mirada rápida asu amo, este al sentir la mirada de su esclavo le acarició la cabeza mientras tenía una sonrisa.

-¿Porque no me lo dijiste? - preguntó Himuro mientras se dejaba acariciar.

-Todo el mundo estaba preocupado sobre Kaga-chin que no teníamos tiempo para eso - Kagami se sintió un poco mal.

-Pero es tu cumpleaños y también es importante -Murasakibara se sintió feliz por el comentario que no pudo evitar darle un beso.

-Pero no tenemos tiempo para organizar la fiesta - comentó Kuroko que estaba sentado en el sillón mientras Mayuzumi esta en el suelo apoyando su cabeza en las piernas de su amo.

-De esos se encargaron nuestros padres, así que podemos relajarnos - respondió el emperador.

Mañana otra vez será un día largo para todos ellos.