Capítulo 3

1.7K 157 166
                                    

—Oye Hanako ¿Estas aquí?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Oye Hanako ¿Estas aquí?

Preguntó entrando al baño de chicas del viejo edificio. Buscaba con la mirada al azabache más no lo veía por ningún lado. Adentrándose más, se fue acercando a las ventanas.

—¡Joven!

Un alegré chillido detuvo su andar, eso, y el abrazo que recibió por parte del fantasma, abrazo que correspondió esbozando una leve sonrisa.

—¿Como estás?

Preguntó con curiosidad. Hanako alzó su vista para poder mirarlo a los ojos.

—Para ser sincero... no muy bien...

Respondió dejando escapar un largo y pesado suspiro. Sus palabras habían preocupado al Minamoto menor.

—¿¡Por que!? ¿¡Que pasó!?

Pregunto tomándolo por los hombros. Su mirada preocupada que pedía respuestas para así poder ayudarlo en sus pesares lo hizo sentirse un poco mal... solo un poco.

Sonrió leve y, flotando un poco para quedar a la altura del rubio, le dio un tierno beso en los labios.

—Ahora ya estoy mejor.

Dijo al separarse del beso mostrando una divertida y satisfecha sonrisa. El panorama que tenía frente a él era hermoso, un Kou nervioso y sonrojado que no hacía más que balbucear cosas inentendibles.

—Sino me dices que "no" significa que puedo continuar.

Y sin esperar respuesta acunó el rostro del chico entre su manos, Kou soltó un quejido debido al frío tacto contra su piel.

—Es... espera Hanako...

Sus palabras fueron silenciadas por los labios del azabache que se juntaban con ternura y delicadeza con los suyos.

—Hanako... yo... yo venía...

Sus intentos por hablar eran estropeados por sus nervios y por los besos que él oji-ambar depositaba, no sólo en sus labios, sino también en todo su rostro.

Sino no puedes contra ello es mejor unírsele ¿no?

Rodeó la cintura del azabache con sus brazos atrayéndolo hacía él y fue correspondiendo a cada beso que se daban.

—En ciertos aspectos eso es ilegal.

—Shhh Kiyoshi-chan, no arruines el momento.

No creo que me gusteWhere stories live. Discover now