Capítulo 5

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Se trasladaba de un lugar a otro, siempre llevando papales

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Se trasladaba de un lugar a otro, siempre llevando papales... siempre estando ocupado. El cansancio se podía notar fácilmente en su rostro que ya pedía un descanso.

Sino fuera un misterio seguramente ya se encontraría tirado en algún lugar de la Academia.

—Maldito presidente...

Murmuró con resentimiento y frustracion. Hace una semana que había vuelto a clases y él rubio no había dejado de darle trabajo, trabajo y más trabajo diciéndole siempre lo mismo.

Son deberes del Consejo Estudiantil y como él vicepresidente, debes hacer tú parte.

Sabía que tenía un compromiso con el Consejo pero ¡Por favor! el trabajo que le asignaban antes para terminar en una semana era el que ahora debía terminar en un solo día.

—Llevas murmurando lo mismo una y otra vez, cállate— Le dijo la albina comenzando a perder la paciencia.

—Si no quieres escucharme tápate lo oídos ¿no?— Le recordó Akane con obviedad.

—Tienes razón— Colocó bruscamente la pila de papeles que estaba ayudándole a cargar al chico y después tapó sus oídos.

—O-oye Kiyoshi— La llamó al sentir que todos aquellos papeles que llevaba podían caerse y eso sería hacer más trabajo del que quisiera.

Los papeles estaban a punto de caer sino hubiera sido por unas manos que aparecieron detrás de él que los sostuvieron. Akane observaba aquellas manos sin atreverse a mirar atrás.

—Deberías tener más cuidado Aoi.

Le sugirió él presidente sonriendole amablemente aunque él no lo estuviese mirando.

Si todo esto es tú culpa, idiota.

Pensó sin dejar de observar los papeles. Sin mencionar palabra alguna intentó alejarse del rubio con cuidado para no tirar lo que llevaba. Al darse cuenta, Teru, bajó sus manos con cuidado y las colocó sobre las de Akane quién se tensó al sentir las cálidas manos del mayor sobre las suyas.

—Permíteme ayudarte ¿si?

¿Ayudarme? Ja si como no.

Dijo para sus adentros empezando a ponerse nervioso.

—Estoy bien, puedo solo. No necesito que me ayudes.

Aclaro con molestia. Minamoto podía sentir el desprecio del chico hacía él y sabía que aquello era culpa suya pero ¿Que más podía hacer?

—Eso no es lo que parecía hace unos momentos— Comento sonriendo con tranquilidad.

—Dije que estoy bien.

No creo que me gusteWhere stories live. Discover now