Prólogo

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Hola a todos los que han llegado a "Irremediablemente fiel a ti"... Esta es la primer historia que publico de la pareja BL tailandesa "MewGulf"... sí, la primera que publico, pues tengo un par de ellas sin terminar que, por ese mismo motivo, no pueden ver la luz del Internet. 
Esta historia está terminada, sin embargo iré publicando un capítulo diario. En total son seis partes contando el prólogo y el epílogo, espero que disfruten leerla tanto como yo disfruté escribirla. 

> Irremediablemente fiel a ti
Por: Adriana Jongcheveevat 

Hubiese deseado que alguien, quién fuera, me hubiera advertido del profundo e inmenso amor que iba a sentir por mi mejor amigo, solo así hubiera podido alejarme a tiempo pues ahora, ya es demasiado tarde... (Agridulces pensamientos de Gulf Kawanut).

Prólogo.

Era una hermosa pero cálida tarde de verano, el mes de abril había llegado y en una metrópoli como Bangkok, el calor se volvía algo realmente sofocante e incómodo. En aquella calurosa época del año las temperaturas solían superar los treinta y cinco grados centígrados y las lluvias eran prácticamente inexistentes. Sin embargo, el ambiente semi tropical del país propiciaba que el calor estuviera acompañado de una relativa humedad que hacía a los cuerpos sudar prácticamente todo el día.

Los expertos en la materia recomendaban a la población realizar sus actividades en horas en las que los abrasadores rayos del sol no causaran afecciones ni en la piel ni en la salud. No obstante, todo aquello pasaba de largo para cierto sector de los habitantes de aquel país, los niños, quienes parecían inmunes al calor y sus estragos. Ellos, con tal de jugar y pasar un rato agradable con sus amigos se olvidaban sin reparo alguno de todo, el clima incluído.

Pasaban de las cinco de la tarde y en el famoso parque Lumphini, un espectacular oasis en medio de la urbe con espacios abiertos rodeados de frondosos y espesos árboles, áreas de juegos y un gran lago artificial que permitía relajantes paseos en botes, un grupo de niños jugaban con singular alegría en el área de juegos infantiles. Los gritos y las risas se escuchaban por todo el lugar, muchos de ellos no se conocían, pero la inocencia y pureza de su pequeña alma los hacían unos seres completamente abiertos y sociales y se llamaban entre sí "amigo" a pesar de apenas conocerse.

- No hagas ruido Gulffy o nos van a descubrir – un pequeño niño de ocho años, cabello castaño y ojos oscuros colocaba su manita encima de la boca de su pequeño amigo tres años menor que él, que solo pudo asentir con la cabeza.

Se encontraban jugando a las escondidas con otros niños que habían conocido ese mismo día en el parque, los infantes los habían invitado al verlos sentados a la orilla del lago artificial que se encontraba en aquel sitio y aunque en un principio el menor de ellos no quería jugar, Mew Suppasit, el mayor de los dos, lo había convencido prometiéndole que sería divertido y que podían jugar con más niños sin dejar de ser amigos, pues una de las mayores preocupaciones de Gulf Kanawut de tan solo cinco años, era que su amigo lo cambiara por otro niño y ya no quisiera jugar con él.

- Mew, no me gusta estar aquí – dijo el pequeño Gulf en un susurró, pues se habían escondido en el tronco hueco un árbol que se encontraba entre unos arbustos.

- ¿Por qué? – preguntó con inocencia el otro.

- Porque hay insectos y está oscuro – respondió el más pequeño.

- Pero aquí estoy contigo, yo te voy a cuidar – aseguró el mayor tomando su pequeña manita entre las suyas.

Gulf no dijo nada, desde que tenía uso de memoria, y eso era relativamente muy poco tiempo, su amigo Mew siempre había estado con él, lo cuidaba, lo protegía, en todo momento estaba al pendiente de él, era su guía y le enseñaba un montón de cosas, además con él había vivido un montón de aventuras, así que cualquier cosa que dijera su amigo mayor, él lo creía y lo seguía.

Irremediablemente fiel a tiWhere stories live. Discover now