Capítulo 4

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Capítulo 4

Tenía que ser una muy mala broma de sus oídos y de su cerebro que aparentemente escucharon y le indicaron que se trataba de la voz de Mew Suppasit, el gran amor de su vida al que no había podido olvidar con el paso de los años. Se quedó quieto sin hacer ni un solo movimiento tratando de recuperar la cordura, era imposible que se tratase de Mew, pues por mucho que deseaba volver a verlo él no iba a aparecer por arte de magia en aquel remoto sitio. Aquello era imposible. 

Suspiró y cerró el libro que sostenía en sus manos, lentamente levantó la vista hacia el hombre que estaba de pie a escasos centímetro de él y, conforme iba subiendo su mirada no le quedó duda que se trataba del mismo hombre del cual había huido en el pasado porque lo había perdido para siempre y no era capaz de soportar verlo con alguien más.

- Mew... - el nombre de aquel sujeto salió de sus labios en un susurro sin poder creerlo, pero lo que más le sorprendió no fue solo su presencia en aquel lugar sino los golpes que tenía en el rostro, se veían tan recientes que pareciera que venía justo de una pelea - ¿Qué te ha pasado en el rostro? – preguntó poniéndose de pie de inmediato y acariciando su rostro con delicadeza - ¿Quién te ha golpeado? – preguntó visiblemente consternado. 

- ¿Preocupado? – preguntó Mew con sarcasmo. Gulf pasó saliva y retiró su mano de la cara de su amigo pero permaneció cerca de él – pero no te preocupó abandonarme ¿Verdad Gulf? – el menor lo miró a los ojos, y aunque Mew le hablaba con tono molesto en sus ojos se reflejaba una profunda tristeza – No te importo dejarme solo, romper tu promesa de que siempre estaríamos juntos, no te importo nuestra amistad, no te importo mi dolor ni mis sentimientos ¿Verdad? – el mayor iba subiendo del tono de su voz – y ahora me ves y te preocupan unos cuantos golpes – sonrió con molestia.

- Mew... -

- Un sujeto me golpeo por ti – declaró.

- ¿Por mí? – preguntó el menor confundido.

- Estaba borracho y lo golpee porque pensé que él sabía dónde estabas, que él te tenía, que él te había alejado de mi lado – respondió. Gulf no sabía que decir, no esperaba eso, ¿Por qué Mew había pensado que un hombre lo había llevado lejos de él? Además, él nunca se había estado borracho y mucho menos se había peleado con alguien – y sí, yo me llevé la peor parte pero estaba desesperado – terminó de decir.

- ¿Desesperado? – cuestionó Gulf mirándolo a los ojos.

- Sí Gulf, desesperado – lo tomó del brazo con fuerza – ¡Con un demonio! ¿Por qué mierda te fuiste? ¿Por qué desapareciste así? – Mew apretaba cada vez más el brazo de Gulf pero el menor no decía nada – Me he vuelto loco por encontrarte, todos los malditos días he estado pensando en ti, no sales de mi cabeza, siempre preguntándome dónde estás, cómo estarás, qué has hecho todo este tiempo, con quién estarás... si me sigues amando... -

- Mew... - 

- Mew, Mew ¿Sólo vas a decir eso? ¿Sólo mi nombre sabes pronunciar? – gritó el mayor asustándolo, algunas personas veían la discusión pero no se atrevían a interferir.

- Podemos... podemos hablar en otro lugar – pidió Gulf.

- No Gulf, - pronunció - No vamos a hablar en otro lugar, ¡Maldita sea! No tienes idea de lo mucho que te he extrañado – y sin poder soportarlo más lo envolvió en un abrazo duro y enérgico asegurándose de alguna manera que su amigo no iba a escapar de entre sus brazos.

- Mew... espera, me aprietas... no puedo respirar bien – el menor se retorcía en sus brazos. 

- ¡No me importa! – gritó apretando más el cuerpo de Gulf al suyo – no pienso soltarte, no pienso soltarte nunca –

Irremediablemente fiel a tiWo Geschichten leben. Entdecke jetzt