9.- 500

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Loki estaba sentado en el borde de la ventana de una de las torres del palacio de Asgard leyendo, como siempre. Tenía aun menos de 500 años (para los midgardianos 7 años).

Vio a una niña sentada en el jardín mucho más pequeña que ella. Observaba atentamente las flores que aún no habían acabado de salir, como si esperase que hiciesen algo. La miró extrañado.

Decidió divertirse un poco y con magia abrió las flores. Ella gritó de alegría.

- ¿Quién eres tú? - preguntó en voz baja para si mismo.

Decidió bajar para averiguar algo más. Cerca de la niña pudo contemplar con más admiración sus rasgos: sus ojos eran azules como el cielo, y su pelo color caramelo.

- Hola - saludó la niña -. Me llamo ___. ¿Cómo te llamas tú?

¿Quien era? ¡Todo el mundo sabía quién era!

- Soy Loki.

Esperó a ver si la niña reaccionaba con alguna expresión de respeto hacia él o algo, pero nada.

- Es un bonito nombre. E interesante.

- ¿No tienes ni idea de quién soy?

- ¿Debería? - la expresión alegre de la niña cambió a una más triste.

- Soy el príncipe de Asgard. El hijo de Odín.

La niña se quedó reflexionando unos segundos.

- Yo soy una habitante más de Asgard. Hija de unos granjeros.

Aquello le hizo sonreir. No sabía porqué, pero aquello de que no supiese quien era le había molestado menos de lo que debería.

- ¿Que haces en los jardines del palacio? - preguntó intentando parecer lo más serio que pudo.

- Mi padre quería hablar con Odín y me ha dejado en la puerta. Yo he visto estas flores y he venido. ¿Sabes? ¡De repente se han abierto sin más!

- He sido yo.

- ¿Que?

Loki hizo que las flores volviesen a cerrarse con un simple movimiento de mano y una luz verde que salió de estas.

- ¡Que guay! ¿Que mas puedes hacer?

Así es como había conocido a ___. Una chica de la que se había hecho muy amigo. De hecho, era su única amiga. Y ahora se había enfadado con él por dejarse llevar por su no merecido título, ambición y por su la ganas de venganza. Le había dicho que no quería volver a verlo porque para ella era un desconocido. No era el mismo Loki que había conocido quinientos años atrás.

Volvía a estar sentado en la ventana, en la misma posición que el día en el que conoció a ___. Esta vez no leía. Observaba en lugar donde la había visto por primera vez y visualizaba el momento.

Alguien se entrometió en sus recuerdos ocupando el espacio donde él estaba centrado. Era ___. Miró las flores cerradas, como aquel día.

Loki sonrió e hizo que crecieran y se abrieran rápido. Esperó una reacción alegre por parte de la chica, pero ella se limitó a mirarlo desde allí abajo y a seguir caminando ignorándolo.

- ¡___! - gritó desde allí. Ella volvió a mirarlo, pero ya no estaba. Ahora estaba a su lado -. Lo siento, ¿Vale? Lo siento. Tienes razón. Me he dejado llevar. Por favor, perdóname. Quiero que volvamos a ser amigos.

- Pensaba que no conocías esa palabra.

- No seas tan dura. No, no la conozco. Pero conozco la palabra amor - la besó de repente, sin que ella se lo esperase, sin que le diese tiempo a reaccionar. Era demasiado tarde para negarse, porque ya se había adaptado a los labios de Loki y ya nada podía separarla de él.

Lo abrazó contenta. Le perdonó con aquel gesto, y el enseguida lo comprendió. Volvían a ser amigos o... Algo más.

One Shots de Loki y Tom HiddlestonWhere stories live. Discover now