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Tomó su celular y sonrió divertido. Su pequeño novio le había enviado un mensaje satisfactorio. Jungkook lo había invitado a pasar tiempo con él en su casa, exactamente a las 9 de la noche.

Movió sus dedos sin pensarlo dos veces "bien cariño. Estaré puntual, así que espera por mí" escribió sin ningún tipo de remordimiento por lo que estaba haciendo.

Dejó su celular sobre la cama y se aproximó hacia su closet. Echó un vistazo y sonrió al sacar unos pantalones negros apretados y un suéter color rosa pastel. Taehyung siempre decía que el color rosa combinaba bien con su cuerpo.

—Éste suéter es del agrado de Taehyung. Es una lástima que Jungkook será el que lo verá en mí hoy— rió un poco mientras se detenía y regresaba a la cama por su celular.

"¿Podemos vernos hoy?"

—Oh, pequeño, lo siento— hizo un pequeño puchero —hoy tendré una cita con otro chico— se dijo así mismo mientras respondía el texto.

"Lo siento, Taehyung. Hoy quedé de ir a comer con mis padres. Veamonos mañana."

"Cariño, no te preocupes. Disfruta tu cena familiar.

Hoseok suspiró y se dejó caer sobre la cama. ¿Cómo se había metido en esa situación?

Jungkook había sido el primero en declararse. Por supuesto que le pareció un chico realmente atractivo. Había convivido con él por más de un año. Así que había sido para el imposible negarse, después de todo, también le gustaba. Dos meses después, Taehyung también se le declaró. El chico también tenía algo especial, así que optó por salir con los dos. Claro, sin que ninguno se diera cuenta. Sabía que estaba mal, ¿pero a quién mierda le importa si podía tener a los dos chicos por un tiempo definido?

Cuándo uno de los dos se enterará, iba a estar en problemas, agregándole que también iba a estar en boca de todos por serles infiel.

Llegó a pensar en terminar con uno de los dos, pero no se atrevía. Es decir, tenía seis meses con Jungkook y con Taehyung cuatro. En ése lapso, habían pasado muchas cosas. Se había acostumbrado a los chicos de una manera que dependía tanto de ellos.

—Bien, no importa. Ya llegará mí castigo por jugar con ellos— argumentó secó el pelirrojo mientras se paraba. No le importaba si ellos se enteraban ya. Podía conseguir a alguien más.

(...)

—Saldré, no me esperes despierto, madre — gritó Hoseok mientras se ponía sus zapatos.

—¿Estarás con Taehyung?— preguntó su madre.

—Sí.

—Oh, bien. ¿Podrías llevarle esto?— la señora Jung sonrió y sacó algunos bocadillos —la última vez que vino, dijo que quería comer más de esto.

Hoseok alzó la mirada hacía lo que sujetaba su madre —Bien, se los llevaré — tomó la bolsa y sonrió —me voy.

—Cuidate, pequeño— Gritó. No le gustaba que Hoseok saliera de noche, pero si era con Taehyung, estaba bien. Incluso conocía a la familia del castaño.

—Maldición— murmuró —¿cómo se supone que le daré ésto a Jungkook?, a él ni siquiera le gusta lo dulce. Madre, me delatas.

El pelirrojo se detuvo y se puso a pensar, ¿por qué Jungkook lo citaría tan tarde?

Sus mejillas se tornaron rojas al imaginar las posibilidades. Era un idiota, ni siquiera había prestado atención. Pensó en volver a casa y decirle al menor que estaba enfermo, pero no lo hizo.

Comenzó a caminar mientras se preparaba mentalmente. Sí, era demasiado astuto para salir con dos chicos, pero nunca en su vida había tenido sexo. Esa era la cruel realidad.

Sólo había tenido encuentros casuales con sus dos "novios", pero no habían llegado a nada más.

—Jungkook me hará mierda— suspiró —no estoy listo — gritó.

—Disculpe, ¿está usted bien?— se acercó una mujer mayor.

—S-sí, lo siento— bajó la voz avergonzado.

(...)

Abrió la puerta principal de la casa y se adentró lentamente —¿J-Jungkook?, estoy aquí— habló un poco tembloroso.

—Uh, tardaste un poco— sonrió el pelinegro mientras lo miraba desde la sala.

—Lo siento, tuve que pasar a la tienda a comprar algo— algo los bocadillos que le había dado su madre.

Jungkook se acercó y miró lo que habia dentro de la bolsa. Hizo una pequeña mueca y subió la mirada —no me gustan las cosas dulces, creí que ya lo sabías— sonrió divertido.

—¡Cierto!— gritó el mayor —lo había olvidado, que tonto— dejó la bolsa en el sillón mientras se reía un poco nervioso —no nos preocupemos por eso. Después te traeré algo bueno.

—¿Quieres que cocine algo para tí?— preguntó Hoseok.

—Ahora, lo único que quiero es estar contigo — el pelinegro se acercó y abrazó a Hoseok. Comenzó a deslizar sus manos dentro de la ropa del pelirrojo, tocando su abdomen.

—E-espera— murmuró Hoseok al sentir las grandes manos de Jungkook sobre su abdomen.

—¿Qué sucede, no quieres?— Jungkook murmuró en el oído de Hoseok gravemente, haciendo que éste otro se estremezca.

—N-no es eso— el pelirrojo dijo avergonzado —e-es sólo que no quiero hacerlo aquí.

Jungkook sonrió y tomó la mano de Hoseok, para después comenzar a guiarlo hacia su habitación.

—J-Jungkook.

—Vamos a mi habitación.

Ambos chicos entraron. Jungkook se sentó en la cama y mordió su labio inferior al mirar a Hoseok frente a él temblar.

—Ven aquí— palmeó su regazo.

—¿A-ahora?

—¿Quieres que yo vaya por tí?— ladeó la cabeza inocentemente —¿o es que acaso tienes miedo.

—N-no es necesario. Iré yo mismo— frunció el ceño Hoseok mientras se subía al regazo del pelinegro, poniendo ambas piernas al lado, quedando frente a frente.

—Buen chico, ahora, ¿quieres que toque aquí?— Jungkook metió su mano y pellizcó un pezón de Hoseok, haciendo que éste gíma inesperadamente —¿o quieres que bese aquí?— acercó sus labios al cuello de el pelirrojo y comenzó a besar y lamer.

—E-espera, J-jungkook— gimió —ahí no.

El pelinegro comenzó a tocar ambos pezones del mayor sin pudor alguno. Hoseok era un mar de gemidos. Las manos de Jungkook eran lo suficientemente varoniles.

Jungkook subió la mirada y miró a través del hombro de Hoseok —¿Qué te parece?— sonrió lujuriosamente.

Hoseok abrió los ojos de inmediato.

—Hoseok. Eres una sucia perra— Taehyung sonrió estando cruzado de brazos detrás del pelirrojo.

"Mierda. Estoy en problemas."






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