私 の 愛 || 𝐓𝐚𝐞𝐭𝐞𝐧

.....《I'm so sorry》.....

Cuando Taeyong fue a clases, no esperaba encontrarse con Johnny enseguida, pero lo encontró a la entrada de su salón.

_Hola Johnny _intentó sonreír_... ¿Leíste mi mensaje?

_No _contestó fríamente el más alto_ Hablamos luego, tengo que irme.

_Espera...

Pero ya se había ido.

Taeyong se sentó en su lugar y sacó sus cuadernos, no sabía que estaba haciendo ni quien estaba hablando, y la verdad tampoco le importaba, solamente quería llorar y pedir disculpas a todos a los que había hecho daño.

Cuando las primeras horas de clase terminaron, en el descanso buscó a Sicheng, necesitaba hablar con él, necesitaba hablar con todos.

Encontró a su amigo chino sentado con un chico que supuso era su novio, ese tal japonés... ¿Yuta?

_Sicheng _le tocó el hombro_ ¿podemos hablar?

El chino le hizo señas al japonés para que esperara y se fue con Taeyong un poco lejos.

Una vez que estuvieron fuera de donde los pudieran oír, el coreano se puso de rodillas y miro con lágrimas en los ojos a su amigo.

_Lo lamento _dijo el coreano con la voz quebrada_ lamento todo, lo lamento, enserio lo lamento.

_Ponte de pie _le dijo Sicheng sin verlo a los ojos_ yo... yo... tengo que pensarlo.

Y se fue, dejando a Taeyong casi llorando en el piso, se sentía desgraciado, claro que no lo iba a perdonar con un simple disculpa, debía explicar porque se porto de esa forma, tenía que dar explicaciones para que lo perdonara... sí, eso debía hacer.

Se sorbió la nariz y continuó caminando sin rumbo por el instituto, estaba tristes y decaído, no sabía que hacer ahora.

_Kun _es voz lo hizo parar, era la de Chittaphon_ no quiero, me hizo sentir mal.

_Pero él te quiere de verdad _replicó el otro_ enserio, y tú también lo quieres.

_¡No! _gritó Ten desde el otro lado de la puerta de un salón_ Y-yo lo odio.

Taeyong había estado parado enfrente de la puerta, cuando Chittaphon salió, ambos se sorprendieron.

El tailandés estaba con los ojos llorosos y con lágrimas secas en su rostro, al mayor le dieron ganas de abrazarlo, pero solo recibiría insultos. El menor empujó al coreano y corrió por el pasillo, hasta que desapareció de la vista de Taeyong.

Sin esperar que Kun saliera, se fue en la misma dirección que Ten, no se iba a disculpar en este momento, no era el adecuado.

Caminó hasta que fue hora de volver a clase, no se sentía con ganas de hacer nada, absolutamente nada, peor estar sentado observando a su maestro escribir cosas aburridas en la pizarra.

Se dirigió a la terraza y se sentó cerca del borde.

Era un buen lugar para pensar y reflexionar... sobre todo.