Anoche me enamoré un poco más, anoche pude sentir tu piel en mi halda, anoche, visiones de una primavera cálida cayeron en mis brazos, niños bailando alrededor de un charco, abejas buscando un hogar y tú fiel sonrisa acariciando mi enamorada mirada, como ansío poder bailar al son de alguna antigua melodía agarrado a tu regazo, revolotean chispas alrededor ¿Eres capaz de verlas? Yo si, más estando lejos de ti no relucen tanto como cuando te sueño, como cuando soy capaz de tocarte, el anhelo que siento al no poder sentirte es ácido, pero, sin embargo, más dulces son todas las ganas de comerme el cielo a tu lado, tú, bella princesa de todo aquel paraje nocturno que, si bien mis tristes ojos no son capaces de distinguir los gatos negros, a ti y a todo tu brillo puedo distinguirlos perfectamente, tú, mi amada noche.
