CAPÍTULO 1.

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Esta historia comienza 2 semanas después de que Betty y Armando se reconciliaran.

"La mujer que escribe hoy este diario es una mujer llena de felicidad.

Armando y yo ya llevamos 2 semanas siendo novios, se ha portado divino y siento que a pesar de todo el sufrimiento que él y Mario Calderón me hicieron pasar he vuelto a confiar en él.

Parece que estoy viviendo un sueño, y solo espero que este sueño no se me convierta en una pesadilla como en las veces anteriores, aunque al principio aún tenía algunas dudas me dije a mi misma "confía betty, confía" y con la ayuda del cuartel que se encargaron de decirme todos los días horribles que había pasado Armando cuando no sabía nada de mi, ya no tengo ninguna duda de que él es el hombre con el que quiero pasar el resto de mis días, aunque estas palabras suenen muy apresuradas.

Aunque desde hace 2 semanas los chismes de corredor no paran suponiendo un posible matrimonio muy cercano, siento que todavía es muy pronto pero no puedo evitar imaginarme llendo al altar y siendo "la señora de Mendoza".

Me cuesta mucho controlarme cada vez que Armando me toca y me besa, no sé como logro controlarme, pues siento que todavía es muy pronto para dar ese paso".

- ¡Bettica mija, baje a desayunar que ya debe estar por llegar el Doctor para recogerla! - dijo mi mamá desde las escaleras del primer piso

- Ya voy mamá - dije mientras cerraba mi diario y me dirigía a bajar al comedor

- Vea mija su desayuno - dijo mostrándome el plato al yo llegar al comedor.

En el comedor estaba sentado mi papá leyendo el periódico.

- Y usted señorita, ¿cuántas veces le tengo que decir de qué no me gusta que se ande poniendo esa ropa tan ajustada? - dijo mi papá en un tono serio - lo único que gana es que la anden mirando por ahí en la calle.

- ¡Hermés, no moleste a la niña! - dijo mi mamá disgustada - no le haga caso mija que así se ve muy bonita.

- ¡No me contradiga Julia! - dijo mi papá

- Papá, pero si esta es la ropa que yo normalmente me pongo para ir a trabajar.

- Esa es otra cosa Betty, no me gusta que se la pase tan cerca a el doctor y dando espectáculos por ahí - dijo mi papá

No le respondí nada, terminé de desayunar y me dirigí a lavarme los dientes y ese mismo día tenía cita con un diseñador de sonrisa que me retiraría la ortodoncia.

Al escuchar que tocaron la puerta, supe que era Don Armando rápidamente me dirigí a despedirme de mis padres depositándoles un beso en la mejilla y a abrir la puerta, no quería que mi padre abriera, pues siempre le decía algo a Don Armando y nos hacía retrazar.

Al abrir la puerta era él.

- Hola mi amor - dije mientras cerraba la puerta.

- Hola mi amor - respondió él.

Le dí un beso en sus labios y nos dirigimos al carro.

En EcoModa todo seguía igual, todas las muchachas ya habían llegado y en escritorio de Patricia Fernández seguía vacío, desde que se había ido con Marcela no se había sabido nada más sobre el paradero de ambas, Hugo aún no llegaba de las vacaciones pagas que le había dado EcoModa y aún no se sabía si iba a volver a trabajar para la empresa, Inesita iba a revisar los vestuarios y correspondencias que llegaban al taller de Don Hugo pero tenía permiso para ir a su casa más temprano que de costumbre.

Al entrar a la oficina me senté en el escritorio a revisar algunos papeles de las franquicias con Venezuela.

- ¡Buenos días doctora Pinzón! - dijo Daniel Valencia entrando a la oficina sin tocar la puerta y sentándose en una silla enfrente mío.

- Buenos días doctor, ¿qué se le ofrece? - le respondí en un tono serio.

- Vine por un balance actualizado de las ventas de la última colección y el estado actual de la empresa - dijo.

Abrí un cajón de mi escritorio sacando las copias que tenía guardadas y entregándose las.

- Y le agradezco que haya librado a mi hermana de tan mal negocio como es casar e con Armando Mendoza - dijo en tono cínico y luego agregó - Espero que cuando la empresa salga a flote Armando Mendoza no se aburra de usted y la deje. Buenas tardes. - dijo saliendo sin darme tiempo de responderle.

Minutos más tarde entró Armando a mi oficina preguntándome para qué había venido Daniel Valencia.

- Solo vino por el balance de las ventas de la última colección y el estado actúal de la empresa - le respondí yo, decidí no mencionar lo otro para evitar un problema

- ¿Solo por eso? - dijo

- Si, mi amor, sólo por eso - dije mientras tómaba mi cartera - ya voy para la cita de la ortodoncia, te llamo cuando llegue

- Pero primero deme un último beso, doctora Pinzón - dijo en tono coqueto

Me acerqué y le dí un beso en los labios que en un principio fue tierno, pero luego pasó a ser un beso más pasional y ansioso. Sentí como Armando empezaba a quitarme el blazer.

- Armando, todavía es muy pronto - le dije

- Betty, ¿es que todavía no confía en mí? - me respondió

- Si confío en ti, pero dijimos que íbamos a esperar.

- Lo siento, perdón, - agregó Armando - me deje llevar, te dije que no te iba a presionar y no lo voy a hacer, además se te está haciendo tarde para tu cita.

Cuando llegué al parquedero por mi carro, el cual había dejado ahí el día anterior, no paraba de pensar en las palabras de Daniel Valencia "espero que cuando la empresa salga a flote Armando Mendoza se aburra de usted" atormentaban mis pensamientos. Confiaba en Armando pero no sabía si una vez la empresa estuviera saneada, el amor de Armando y yo seguiría siendo igual y podríamos vivir nuestro amor sin impedimentos.

¡Hola!, espero que les guste mucho este capitulo número 1, voten y comenten que les gustaría ver en los siguientes capítulos, gracias por tomarse el tiempo de leer, estaré subiendo los demás muy pronto, díganme que les gustaría ver, los quiero ❤️, cuídense mucho.

Yo soy betty, la fea - TE AMARÉ POR SIEMPRE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora