31. Un demonıo ч un humαno ミ☆

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Un día en paz, eso es lo único que Kun pide, ¿Tan difícil es eso? De acuerdo, consiguió un par de esos en su breve periodo vacacional con la familia Wong, había permanecido escéptico gran parte del tiempo acerca de lo que podría encontrar al regresar, pero vamos, ¿Qué podía pasar que no hubiera imaginado u ocurrido con anterioridad? El falso sentimiento de la seguridad lo invadió, se dejó llevar por la magia del extranjero; imaginar que regresaría a un departamento ordenado sonaba a un bonito sueño, y pensó, al final de viaje, que tal vez sí podía suceder.


Qué equivocado estaba.


— ¿QUÉ ESTÁN HACIENDO?


¿Ventanas rotas? Podía lidiar con eso, ¿Un microondas quemado? En algún momento tendría que pasar, ¿Quejas de los vecinos? Ya tiene todo un repertorio de excusas planeado, ¿Nuevos demonios en el departamento? Eso sí sería un reto, pero habría preferido cualquiera de los escenarios anteriormente mencionados, incluso todos ellos juntos, a lo que vieron sus ojos al abrir la puerta del departamento 52B que nunca dejará de sorprenderlo.


Qué demonios hacían Chittaphon y Hendery besándose en su sofá, ¿Acaso sigue dormido en el avión? No, es real, es un indecoro frente a sus ojos.


De acuerdo, puede que esté exagerando un poco, ¡Pero cómo no hacerlo! La última vez que vio al tailandés estaba seguro que no tenía ningún tipo de interés por el demonio, ¿En qué momento llegaron a este tipo de relación tan... íntima?


— Kun, oh no, escucha, puedo explicarlo. —Ten se levanta del sofá como resorte al escuchar su grito, lo mira pálido, sus manos elevadas tratando de demostrar inocencia.


Lucas, atrás suyo, deja caer las maletas, tan sorprendido como él.


— Una semana, Chittaphon, me voy una semana y te aprovechas de Hendery. —Enuncia el cocinero, entrando al departamento con un nada sano deseo de zarandear al más bajo.


— ¡Oye! Para allí tu tren, ni siquiera has escuchado nuestra explicación. —Replica el tailandés.


— Oh, disculpa, entonces ilumíname. —Se cruza de brazos usando la voz de sarcasmo más excesiva que ha pronunciado alguna vez.


Ten y Hendery se miran como dos ciervos frente a luces de un auto a punto de estrellarlos, Kun bufa, con rápidos pasos se dirige a ellos y toma del brazo al demonio, alejándolo de su amigo con recelo.


— Esto es increíble, ¿Dónde están Yangyang y Xiaojun? —Pregunta al chico, quien tiene una cara de espanto.


Los mencionados aparecen cautelosamente desde la habitación, tratando de decidir si es seguro o no salir. Nunca habían escuchado a Kun de ese modo, es nuevo para ellos, no tendrá poderes, pero sin duda su voz les provocó escalofríos.


— ¿Qué está pasando? —Pregunta Sicheng, que supone ha sido traído a escena por obra de Yukhei o por el sonido de los gritos.


— Encontramos a Ten y Hendery besándose. —Murmura el más alto, palabras que a Kun le hacen emitir otro gruñido de sólo recordar la imagen.

𝗤𝗶𝗮𝗻 𝗞𝘂𝗻 𝘆 𝘀𝘂𝘀 𝗱𝗲𝗺𝗼𝗻𝗶𝗼𝘀 】⛧ミ { Lukun ; Tendery ; Xiaoyang }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora