Harén 하렘 ● YoonMin.

yeol.¹⁰

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JiMin volvió con YoonGi, junto con NamJoon y BeomGyu el mismo día que fue a buscarlo. El anuncio sobre el nacimiento de su hijo se hizo público y las celebraciones continuaron durante tres días, todos en el Reino Min festejaron que el Rey finalmente tenía un heredero.

YoonGi estaba sencillamente feliz por tener a JiMin otra vez a su lado, junto a su hijo BeomGyu... estaría siempre agradecido con él por solo traerle felicidad a su vida.

- ¿Estás enojado conmigo? -murmuró.

Suspiró- No. Entiendo porque lo hiciste... aunque me hubiera gustado estar a tu lado durante el embarazo -sonrió triste.

- Lo siento, YoonGi.

- Protegías a nuestro hijo y lo entiendo, JiMin -beso suavemente su frente.

- Gracias...

- ¿Por qué?

- Por no renunciar a mí.

- Nunca -lo beso en los labios- ¿duele? -trazó con el dedo lentamente la larga cicatriz en el centro del vientre.

Se rió- No, no duele Yoon, han pasado unos meses y no duele más.

- Podría abrirse sí... s-sí...

- ¿Si me haces el amor duro y fuerte? -le respondió atrevidamente.

- Estoy feliz de que encuentres esto divertido, por qué a mí no me lo parece -se acomodó de costado, dándole la espalda.

- ¡Oye! -lo tomo del brazo, pero YoonGi lo aparto- ¡ay! -grito.

Rápidamente giró hacia él, con rostro asustado lo tomo de sus hombros con fuerza- ¿¡Dónde estás herido!? ¿¡dónde!? -cuando rió, se dio cuenta que había bromeado con él- no es gracioso, JiMin... casi te pierdo dos veces.

- Lo sé y lo siento, pero estoy ahora aquí y la cicatriz ya no duele más. No me has tocado desde que volví y estoy preocupado de que no me desees más, ¿es por qué ahora soy feo? ¿mi cicatriz? ¿por qué mi abdomen ya no es plano?

- ¿De qué estás hablando? -miro por primera vez la inseguridad detrás de sus sonrisas y bromas- ¿es lo que crees? -asintió sin decir nada, suspiró- esa cicatriz es la prueba de que diste a luz a mi hijo, es la marca de un guerrero, ¿cómo podría no amarla? -beso delicadamente la fina línea para demostrar su punto de vista- ¿me amarías menos si yo tuviese una cicatriz en cualquier parte de mi cuerpo?

- ¡No! -respondió inmediatamente.

- ¿Por qué no?

- Por qué te amo YoonGi, sin importar cicatrices o... ¡oh! -hizo una pausa y lo miro fijamente, entendiendo lo que intentaba explicar.

- Sí, te amo Park JiMin.

- Entonces, ¿por qué... no me t-tocas?

- No sé si estás listo.

- Ha pasado casi un año desde que estuvimos juntos por última vez, Yoon.

- Podría lastimarte JiMin ¿y si los puntos se abren?

- YoonGi, estos puntos se disolvieron y solo queda la cicatriz, ¡siente! -tomó su mano y la llevo a su vientre.

Tenía razón, no conseguía sentir los puntos ni nada, ¿pero podría arriesgarse? no quería lastimarlo a pesar que lo destrozaba estar junto a JiMin y no tocarlo como quería.

- ¡YoonGi! -habló con firmeza- hazme el amor o voy a encontrar a alguien que lo haga -de pronto vio sus muñecas siendo apresadas por la dominante mano, la izquierda apretó su cuello con una presión firme y suave al mismo tiempo- ¿YoonGi? -susurró cautelosamente.

La mano de YoonGi se apretó ligeramente en su garganta y a pesar de sentirse asustado, no se sentía amenazado, se relajó convencido de que YoonGi jamás le haría daño.

- ¡Tú eres mío! -demandó rudamente.

- Pruébalo -desafió, con un brillo en los ojos.

Extendió la mano hacia la botella de aceite ubicada en la mesa al lado de la cama y derramó una generosa cantidad en su pene, cubriéndolo por completo, sin apartar sus ojos de JiMin, quien le devolvía la mirada observando como la cabeza bulbosa del miembro de YoonGi se volvía rojo-púrpura. Las pupilas del mayor se dilataron cuando JiMin lamió sus labios con anticipación.

Empujó las piernas de JiMin hacia atrás hasta que sus rodillas casi rozaron sus hombros. A continuación lo beso en una mezcla de lenguas, dientes y saliva, era un beso necesitado, áspero, sucio y mojado, YoonGi tiró de su cabello, moviendo su cabeza y exponiendo su cuello que lamio y mordió fuertemente antes de entrar en JiMin en un solo impulso.

Las penetraciones dejaron a JiMin sin aliento, su espalda y caderas arqueándose en un intento por conseguir que lo poseyese más profundo.

YoonGi no dijo nada, continuó mirándolo y empujándose insaciablemente contra él, dentro y fuera, nunca dejo de mirarlo. No había necesidad de palabras, ellos se comunicaban en un nivel elemental, JiMin gimió, rompiendo la intensa mirada fija de YoonGi, sus ojos se cerraron cuando el placer fue demasiado.

Su semen se deslizó entre sus estómagos en chorros gruesos y cremosos de color blanco.

Algunos minutos después, YoonGi gimió su liberación y JiMin sintió la humedad que vació en él cuando se suavizó en su interior. Se acomodó sobre su espalda, llevando a JiMin encima de él.

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