Perlas

El agua verde se ha tornado roja. 

Hay sangre en el mar. Los peces sufren, las algas escarlata cubren la línea de costa. El mundo zozobra, y aquí están las heridas.

El reflejo del nácar es peligroso. 

Puedo ver mis ojos en las conchas brillantes de los moluscos que han logrado escapar del océano. Su hogar se ha convertido en el peligro. Su muerte es un aviso para los demás.

No quedan ya barcos sobre la espuma.

Naufragaron todos. El mar se ha embrutecido, ha echado de él a todos sus habitantes, pero también a los causantes de su maltrato. No queda ya nada a su alrededor que pueda mantener el brillo de la esperanza...

Solo las perlas del alma.

Las perlas que he encontrado entre los escombros, las que ahora sostengo sobre mis manos. Las mismas que se forman de las punzantes piedras que entran en las conchas. 

Dentro de cada perla hay un poema. Ellos nos ayudarán a resistir. Ellos nos harán esperanza.