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~ Lo que nadie vio ~ Lili x Rich

Este fanfic es a pedido de DelfinaGomez0 , espero que les guste! :D

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No sabía que las personas podían ser muy crueles, ni monstruosas... Lo que les voy a contar es algo que nadie vio, una guerra amorosa comenzada por el odio y el ego. Era una mañana de noviembre, as hojas entornadas en café o anaranjadas de las copas de los arboles, los pájaros cantaban llamando a sus pollitos y las bases de todos habían sido cubiertas por unos cuantos bloques de obsidiana más una bandera de dos franjas azules y una amarilla en el centro. Había llegado de una expedición al desierto de Tonacho para hacerle una ofrenda a su dios, un stack de polvo de Redstone; la ver el desorden busqué el cofre donde descansa el único pico de diamante que tenía, estaba bloqueado.

Saqué el celular y mandé un mensaje al grupo, en un segundo Rich ya estaba emprendiendo camino. Un par de minutos después, él ya estaba en mi base rescatando mis ítems. Agradecida por la ayuda que me brindó le regalé unas cuantas esmeraldas.

-No hace falta Lili, siempre hago lo que sea por las damas y educadas como ti – ante eso mis mejillas empezaron a aumentar de temperatura – lo único que me gustaría tener ahora es tu corazón.

-¡Ay! Me puse rojita no más – ante esa afirmación, los dos nos empezamos a reír.

Esa sensación era muy linda. Fue como si tomaras un helado de fresa con chispitas que cuando das un buen bocado se te congela la lengua y los dientes, haciendo sonreír a uno para dejar escapar esa frescura.

Nuestra relación era como la de dos prófugos traviesos, nos queríamos en las buenas, en las pranks que hacíamos juntos y cuando necesitábamos consejos sobre la vida por parte del otro. Todo cambio antes de la WW3, se anticipaba a estos hechos dándome clases de vuelo y de combate, siendo exigente y rígido como una roca, pero frío como el hielo. Nia me fue avisando y la ignoré, que tonta fui.

El ultimo día de entrenamiento, antes de que Gona entrara en su juego, estuvo presionando a Bobicraft para que se le uniera, con la paciencia agotada, este decidió formar parte del oponente, La Resistencia. Vino a mi base y me preguntó si podría estar a su lado en la batalla, mis palabras fueron: "Rich, tu sabes que por ti daría mi vida, fuiste un gran maestro y sigues siendo, solo dime donde y cuando será el primer golpe." Fui a la tienda de armas y a la herrería durante todo una tarde consiguiendo un traje de batalla con camuflaje ideal para las figuras femeninas, chalecos antibalas, las espadas y arcos que iba a necesitar para reparar las mías. El único inconveniente de Rich era los sentimientos, fingiendo que le daba igual, él sabía que me iba a costar controlar.

Desde hacía un tiempo estaba empezando a salir con Luh, uno de los integrantes de La Resistencia, el mejor amigo del enemigo de Rich, el único soldado que ante una batalla expone fuerza y habilidad con su espada Mata Withers y su arco Legolas. Siempre fue muy bueno conmigo, tiene un sentido del humor muy similar al mío, también me ha enseñado cosas y aprendemos juntos, tiene un gran corazón y sus detalles significativos me robaron el corazón. Gona le dejaba juntarse conmigo durante esa guerra, no es de esas personas que cree que el Amor no funciona en esas situaciones, al contrario, cree que es como un remedio para las heridas; por lo tanto Luh tenía toda la libertad para visitarme, yo no podía, mi líder exigía que no nos juntáramos con nadie el bando "enemigo". La única solución a eso era juntarnos a escondidas, hasta que el día anterior de la última batalla, nos descubrieron en el momento que nos estábamos a punto de besarnos.

Bajó del cielo despejado con sus elytras irrompibles a nuestras espaldas, al mismo tiempo que alguien con el traje rojo nos gritó advirtiéndonos: "¡LUH! ¡LILI! ¡SALID DE ALLÍ!" Me agarró del brazo derecho y hala del mismo mandándome hacia atrás, intentó matar a Luh, por suerte el flechazo que le dio Bobi en el hombro izquierdo lo detuvo unos segundos. Los dos se llevaron arrastras al osito quien me miraba preocupado. Cuando llegamos a mi base, este me lanza contra los cofres y me miró con su ira.