A Jungkook, la vida le enseñó que debía comportarse de la misma manera que la mayoría de las personas porque no aceptaban lo que era diferente a ellos.
Cuando llega a la universidad, conoce a un castaño de facciones bonitas que representaba lo que...
—La verdad, fuiste muy idiota— Taehyung lo miró con el ceño fruncido. —"No lo sé, es muy confuso"— Negó con la cabeza. —Si a mi me lo dijera la persona que me gusta en un contexto como en el que estaban, me hubiese dolido mucho, ¿no puedes ser menos tarado?—
—No sé manejar esta situación, Jin, nunca había hecho algo así—
El rubio había pedido detalles de su día, específicamente de sus momentos con Jungkook, en el instante en que entró a su casa. Lo arrastró hasta su habitación una vez que saludó a su madre, por lo que ahora se encontraban discutiendo la respuesta que el menor había dado ante la pregunta del azabache.
—Lo entiendo, pero... no pienses sólo en ti ahora. Por lo que me has dicho, para él también es su primera vez experimentando un sentimiento así, pero todos reaccionan de distinta manera ante una situación compleja y él podría reaccionar de mala forma. Así que no lo alejes, ¿bien?— El castaño asintió. —Ahora... ¿ves que mi idea de maquillarte fue buena?—
—Me hiere el orgullo decirte que sí...— Susurró.
La vibración de su celular hizo que su atención se fuera a este, lo sacó de su bolsillo y lo encendió, encontrándose con un mensaje de quien era su tema de conversación.
Jungkook
Tae, ¿tienes tiempo para que nos juntemos?
Quiero decirte algo.
Mordió su labio inferior.
—¿Qué es, Tae?— Preguntó su hermano. —O, mejor dicho, ¿quién es?—
—Jungkook... quiere que salgamos— Lo miró.
—¿Vas a ir?—
Pensó su respuesta por unos segundos. —Debería, ¿no?— El rubio asintió efusivamente, mientras que el respondía el mensaje.
Taehyung
Sí, ¿a qué hora?
Jungkook
¿Te parece en media hora más?
¿En el parque que está cerca de la universidad?
Taehyung
Bien.
Miró la hora en su celular. —Creo que ya debería irme si no quiero llegar atrasado—
—¿A dónde vas?—
—El parque que está cerca de la universidad— Se levantó de la cama y caminó hasta la puerta, pero su hermano lo detuvo por un momento, mirándolo directamente. —¿Qué pasa?—
Se tomó unos segundos para responder. —Quería asegurarme que no se te haya corrido el maquillaje— Soltó su brazo y sonrió. —Ahora vas a conquistar, no a la universidad—
El castaño suspiró.
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