Capitulo 31

1.3K 102 0
                                    

~30 DE ABRIL~

-Es aquí... –Murmuró deteniendonos frente a la lápida doble con algunas flores marchitas.

Dawson suspiró mientras que yo apretaba fuertemente su brazo dándole apoyo.

Hoy era el aniversario del fallecimiento de sus padres y no había dudado ni un momento en acompañarlo a pesar de todo. Cosa que también hubiera hecho el año pasado solo si me lo hubiera pedido.

Después de nuestra discusión de la última vez, todo iba como siempre entre nosotros, o incluso mejor. También me había confesado que la había visto una vez hacia unas semanas atrás por el cariño que alguna vez le había tenido, pero que no volvería a hacerlo.

-Creo que Bianca ya estuvo aquí... –Murmuró colocando las flores que habíamos traído junto a otras frescas del día. Retiró también las marchitas dejándolas a un lado para luego tirarlas.

La que suspiró ahora fui yo leyendo los nombres que habían allí escrito:

Carles y Madison Carson. ”

¿Quien iba a decir que hoy día estaría frente a la tumba de mis abuelos biológicos? La verdad era que yo no llegué a conocer a ninguno de ellos, ni siquiera a mis paternos. Bueno, sí, mis abuelos por parte de George si que los había conocido por muy poco tiempo, o eso me habían dicho ellos, porque uno había fallecido al poco de yo nacer y el otro cuando apenas tenía tres años de edad.

-¿Sabes? Me da pena que Joyce no haya podido conocerlos... –Murmuré mientras que un pensamiento fugaz pasaba por mi cabeza. ¿Estaba mal que pensara que compartía abuelos con mi hija?

-Sí, yo también lo había pensado... –Suspiró agachándose para sacar el pañuelo, que nunca podía faltar en algún bolsillo de su chaqueta de traje, para pasarlo  suavemente por la lápida quitándole la tierra. –A ellos les hubiera encantado conocerla.

-¿Tanto como conocerme a mí? –Me mordí la lengua enseguida al soltar eso. Mierda, Sabrina. ¿Pero qué haces?

-Ahora no, Sabrina.

-Lo siento... –Dije casi en un susurro avergonzada. –Lo dije sin pensarlo, Dawson. Perdóname.

-Puedes esperarme en el coche si así lo prefieres. –Dijo aún desde el suelo sin ni siquiera girarse hacia mi.

«Joder, solucionalo ya. Son sus padres por mucho que a ti no te hayan querido. »

-Lo digo en serio, discúlpame. –Me puse de cuclillas a su lado a pesar de que mi traje de volantes primaveral rozase el suelo para volver a unir nuestros brazos. –Soy una idiota que no sabe mantener la boca cerrada.

-Estoy de acuerdo en eso por una vez. –Rodé los ojos dejando un beso en su hombro para quedarme así, apoyada contra él.

Nos habíamos quedado así durante minutos, casi que segura que Dawson hablaba con ellos a pesar de no pronunciar palabras.

-Podemos traer a Joyce cuando sea un poco más grande si quieres... –Comenté de camino al coche cuando él había decidido que ya era hora de regresar.

-Sí, puede ser... –Le agradecí a Rossi con una sonrisa cuando me había abierto la puerta trasera del coche al llegar a su lado.

-¿Sigues enfadado conmigo? –Pregunté acercándome a él una vez que se había montado quedándose en el lado izquierdo, junto al cristal.

Lazos De SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora