PARTE 20: DÍA GRIS (PARTE 1)

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Salí de la habitación con el corazón en un hilo. Mi vida por fin empezaba a arreglarse. Al avanzar un par de pasos me di cuenta de la presencia de un papel en el suelo. Me consternó un poco así que lo levanté y lo abrí con cuidado. El papel decía lo siguiente:

Brigitte:

Debo hablar con usted respecto a algo que me dolió bastante el día de hoy. Por mi parte tengo muchas quejas respecto a su nueva pareja. La veré en la entrada de la puerta G. A las 5am.

Anthony.

Sentí un balde de agua helada atravesando toda mi espalda. Para empezar ¿Qué queja podría tener respecto a mí?, Me sentí decepcionado por Anthony. Aunque al final yo sabía que su traición no tardaba en hacer presencia.

Caminé furioso buscando aquella puerta. Al parecer casi todos descansaban a esa hora. Al final me encontré de frente con aquella puerta de la que Thomas no me quiso hablar.

Venía un aire gélido por debajo de ella. Pero sí Anthony estaba ahí, debía arreglar ésto a cómo diera lugar. Después de todo el camino entero hasta acá venía pensando en cómo lo enfrentaría, incluso en qué iba a hacer sí llegábamos a los golpes.

Abrí la puerta. Me encontré con una especie de bodega totalmente vacía, que dónde terminaba sólo mostraba una jungla profunda.

Avancé un par de pasos y escuché el sonido de la puerta cerrarse a mis espaldas. Ésto no pintaba bien.

Empezó a sonar una alarma que por poco destrozaba mis tímpanos. Intenté taparme los oídos pero el sonido era demasiado atroz. Caí al suelo sin quitar las manos de mis costados. Pero al levantar un poco la mirada, me di cuenta que empezaron a entrar a aquella especie de bodega; decenas de aquellas bestezuelas.

Me levanté de inmediato intentando abrir la puerta pero fue en vano. Aquellos seres se acercaban cada vez más y yo me encontraba desarmado. cuando escuché la puerta abrirse y a alguien entrar.

Se trataba de Anthony, quién llegó armado disparando para todos lados.

—Casas se puede saber ¿¡Qué diablos haces aquí?! —Intentaba decir mientras disaparaba.
—¡Eso dímelo tú! ¿Por qué diablos le escribiste esa nota a Brigitte? — intenté decirle
—¿Qué? ¿¡De qué diablos hablas?! — decía recargando su arma — he estado con Desireé todo el tiempo intentando animarla. ¡Vine porque escuché la alarma!

Anthony no había mandando esa carta. Eso sólo significaba una cosa.

—Es una trampa — dije entre dientes.

Anthony intentaba disparar a toda costa, pero cada vez aparecían más y más. Hubo un momento dónde se detuvieron, y empezaron a saltar las bestezuelas. Anthony y yo estábamos desconcertados por esa reacción, hasta que vimos que de la jungla empezaron a salir bestezuelas, pero ésta vez no eran de tamaño normal. Eran aproximadamente de dos metros. Se acercaban lentamente hacía nosotros.

—Sí esas cosas entran
—Estamos perdidos — respondió Anthony.

Empezó a buscar entonces por el piso, y aquellas bestias lentamente caminaban hacia nosotros. Buscando rápidamente encontró una tubería. Anthony empezó a golpearla hasta que la rompió y empezó a escaparse un gas. Con la culata del arma tronó la cerradura de la puerta y aquella se abrió de par en par.

—¡Vámonos! — le dije saliendo de ahí.
—Luis — respondió intentando sonreír — sólo me queda una Granada. Sí no me acerco lo suficiente no los matará y entrarán a Matar a todos.
—¿De qué estás hablando? — pregunté — se pueden combatir, nos entrenaron para eso, Anthony ven conmigo.
—Luis — dijo con la voz quebrada y apretando con fuerza el arma en sus manos — ámala con todo el valor que me faltó a mí. Ámala por ambos.

Diciéndo esto me empujó y cerró la puerta. Yo caí al suelo y el golpe en seco de mi cráneo contra él me dejó algo mareado. Sentí vértigo hasta que escuché un estallido detrás de la puerta. Me levanté y al hacerlo, aparecieron Gonzalo, Sigfredo, Thomas y Brigitte.

—Luis ¿Qué fue lo que pasó? — preguntó Thomas.

Brigitte se quedó callada. Se acercó hasta la puerta y al abrirla, sus ojos se abrieron cómo platos, su piel se puso pálida y sólamente pudo gritar:

—¡¡¡ANTHONY!!!

Detrás de un fantasma. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora