We love your new hair Justin ➸ j.b

capítulo tres.

Era un momento realmente lindo.

Ella por un momento dejó de sollozar, ahora solo me abrazaba, con fuerza, como si no quisiera separarse de aquél abrazo.

Pero yo tampoco quería separarme, me gustaba este abrazo.

Con lentitud se fue separando de mi, me miró y sonrió, con sus ojos rojos y acumulados de lágrimas.

—¿Sabes? Sé qué está mal, triste, decepcionado, no lo sé, debes de tener un sin fin de sentimientos encontrados. —susurró.

—Los tengo. —admití en su mismo tono.

—Sé te nota en tu bello rostro, sí bello rostro, porque eres hermoso, estuve contigo cuando tenías aquél Hairflip, cuando tenías el pelo castaño oscuro bien ¿Recuerdas?, cuando lo tenías antes que éste y ahora, cuando lo tienes rubio —me acarició mi nuca.

Su tacto hizo que mi piel se erizara, intenté sonreír, para ella, pero no pude, solo salió una estúpida mueca.

Ella me observó, y llevó uno de sus dedos —que llamaban la atención ya que sus uñas estaban pitadas con un morado— hacia mi comisura, y allí estiró un poco mi piel, haciéndome sonreír.

—Y estaré cuando lo tengas blanco, lleno de canas o puede que hasta quedes calvo. —soltó una tierna risa, que hizo que también riera—. Sé qué estás mal por todos esos comentarios hacia tu cabello, pero no te avergüences, te vez hermoso de todas las maneras en que te vea —acerca su mano a mi gorro.

—No lo hagas. —susurré.

—¿Porqué llevas este gorro? no es necesario que lo lleves puesto, como ya dije, eres hermoso. Si quieres que los paparazzis o la sociedad tengan una buena noticia, qué tomen esto, tú, Justin, siendo tú mismo. No tienes que avergonzarte de ti, tienes que dar la cara al mundo, mostrar que no te interesa lo que piensen los demás, solo tú, tu familia y tus beliebers. —me quitó el gorro de lana que llevaba puesto.

Llevé mis manos hasta mi cabellera, pero ella con suavidad, sacó ésta de mi cabello.

—Como tu me enseñaste, mátalos con amabilidad, tomate una foto, de esa que tanto me gustan, con tu sonrisa, con tus morisquetas, sé que volverás. —acarició mi cabello y mis ojos se cristalizaron.

—Quiero que tu sonrisa vuelva. —sonrió, para luego hacer un gesto para que la imitara, y sí, sonreí, levemente—. Recuerda, tu sonríes, yo sonrió.

—Sí tú caes, yo caigo. —murmuré.

Ella sonrió, asintiendo.

—Las beliebers están contigo, en las buenas y en las malas, ahora ve a el auto y revisa Twitter. —la miré confundido—. Solo revisa las tendencias, nosotras te amamos, se van fans, pero se quedan Beliebers —miró el gorro que tenía en su mano y me lo volvió a poner—. Ahora es tu decisión, si te quitas el gorro o no. —besó tiernamente mi mejilla—. Te amo, no lo olvides.

—Nunca lo haré, también lo hago.

Aún con mis ojos cristalizados, volví al auto, Hugo me miro extraño, pero yo, yo solo iba perdido en todas esas hermosas palabras que aquella chica, que aún no sé su nombre, me había dicho.