Capítulo 11

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—Me habéis mandado a vuestro mejor soldado —bromea Eranko mientras cenan —:Esta chica es oro puro. No podría negarme a su propuesta. 

—Tiene las cosas muy claras —interviene Jon —:Y las dice también con mucha claridad y vehemencia. 

—Estoy convencida de que el programa va a ser espectacular —dice Hazel —:Tal y como lo hemos planteado, creo que puede ser la bomba. Y, por supuesto, me encantaría que fuera en nuestra cadena. Si hablo con excesiva franqueza o energía es porque creo firmemente en el proyecto. Pongo la misma pasión en todo lo que hago.

—No me cabe ninguna duda —dice Eranko. Y, dirigiéndose a Jon, repite—:Oro puro, sí señor. 

Al cabo de un rato más de agradable conversación y después de que quedaran al día siguiente para desarrollar las condiciones del contrato y del desarrollo del programa, Eranko decide retirarse, no sin antes recomendar a sus compañeros que salgan fuera a contemplar la espectacular lluvia de estrellas. 

Tras el incidente de la noche anterior, Edwin ha estado manteniendo las distancias con Hazel y Jon todo el día, así que también se retira y se despide hasta el día siguiente.

—¿Vamos a ver las estrellas? —le pregunta Hazel a Jon.

—Vamos —dice él. 

Ella propone sentarse sobre un banco de madera que hay en la entrada del caserío, pero Jon le sugiere adentrarse un poco más hacia el bosque, donde reina por completo la oscuridad y podrán disfrutar mejor del espectáculo.

—Qué distinto se ve el cielo aquí, ¿verdad? No parece que sea el mismo de la ciudad —dice Hazel cuando se sienta sobre una gran roca, cerca del lago.

—Y sin embargo, lo es —dice Jon sentándose junto a ella —:Una misma cosa se ve distinta si la observas desde dos lugares diferentes. Siempre hay dos versiones de una misma historia, procura escuchar las dos. Es un proverbio celta.

—¿A ti también te gustan los proverbios? —pregunta Hazel —:Antes tenía una libreta llena de proverbios chinos, árabes, hindúes... Son muy inspiradores y muchas veces recurro a uno de ellos para entender algunas situaciones muy comunes.

—Sí, contienen siempre grandes enseñanzas. Uno que siempre dice mi madre es: cuando hables, procura que...

—Tus palabras sean mejores que el silencio —lo termina Hazel —:Ese es uno de los que tengo muy presente. 

—Y el favorito de mi padre es: aquel que se lo piensa mucho antes de dar un paso, se pasará toda la vida en un solo pie. 

—Ese no lo había escuchado antes —dice Hazel. Y se da cuenta de que quizás ese proverbio lo haya dicho Jon con toda intención. Pero ella prefiere no darse por enterada —:Lo apuntaré en mi libreta.

En ese momento, suena el teléfono y Jon responde a la llamada.

—Jon, ¿puedes hablar? —pregunta Fany al otro lado.

—Hola, Fany. Sí, dime, ¿qué pasa? 

—Se trata de Rober. Se niega a presentar el programa de hoy si no le dan un aumento de sueldo.

—¿Qué? ¿Y eso por qué? —Jon tapa un instante el auricular para contarle a Hazel el motivo de la llamada. No hacía falta que lo hiciera, pues en ese silencio y con la estridente voz de Fany, Hazel puede escucharla perfectamente.

—Dice que se ha enterado de que la cadena ha contratado al friqui ese de los animales y que le van a pagar el doble que a él. Así que, dice que si no se le iguala el sueldo, no presenta más "De todo deporte".

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