Capítulo 4

9 4 0
                                    

Una vez llego al aeropuerto, sonrio al hombre que me atiende cuando le doy el DNI, para parecerme más a la foto, que si que soy yo, pero no puedo evitar sentirme un poco nerviosa, dado que a pesar de llevar un año usando esa identidad no me siento bien sabiendo que esa no soy yo en realidad. Mi amigo, el que los falsifica y en el que llevo confiando años, probablemente la única persona con la que mantengo contacto cada vez que necesito una nueva identidad, que es bastante a menudo, es tremendamente bueno en lo suyo. Lo lleva todo en la confidencialidad y realmente muy poca gente sabe que en el fondo gana dinero de esta forma, razones por las cuales decidí confiar en él y de momento no me ha decepcionado. En ese instante pienso que tendré que ponerme en contacto con él cuanto antes. Por eso decido hacerlo ahora, mientras espero un rato a que mi avión llegue. Siempre lo hago justo antes de huir de un sitio, porque de esta manera, si me consiguen localizar mi número, el mensaje habra sido mandado desde un sitio en el que ya no estoy.

--Te escucho-- Me contesta Juan, no sabe quien soy, porque cada vez le llamo desde un móvil desechable distinto, pero sabe que le estoy llamando por trabajo porque este es su móvil para llamadas extraoficiales.

-- 22, 9, 27 -- ya está, con esto será suficiente para que se invente un bonito nombre Francés, para la foto tal vez deba de ser un poco más concreta, pero como ya he dicho es muy bueno con lo suyo y no necesita nada más que que le diga si es oscuro o claro y la largura. Al fin y al cabo la foto es en blanco y negro, por eso el color de los ojos y del pelo no importan, así que suelto lo que tenía pensado hacerme.

--O, C -- Y ya estaría, con esto si que es suficiente para que haga su magia, además, es muy profesional, sobre todo conmigo, nunca le cuenta a terceros ni deja en sus manos el tema de mi identidad, por eso sé que él mismo viajará a Francia y traerá mi nuevo DNI.

-- Perfecto-- contesta.-- Mañana mismo lo tendrás, ya sabes.-- Y tanto que lo se, despues de asentarme en mi nueva casa, solo tengo que volver a acercarme al aeropuerto para recoger el DNI que estará pegado en la papelera más cercana al primer baño de chicas que encuentre en cuanto entre, el mismo modus operandi que acordamos hace años. Y sin decir nada más cuelgo, cuanto más corta sea la llamada mejor, ademas el sabe de sobra que le he oído y que se lo que tengo que hacer. Una vez he terminado de hablar con mi Juan avisan por megafonía de que el avión con destino a francia ya ha llegado osea que me levanto rápidamente, decidida a cogerlo.

Una vez sentada en el avión, miro por la ventana y no puedo evitar que una lágrima se me escurra por la mejilla, no quería llorar y ser débil, pero en el momento en el que el avión despega, todo se me viene encima. Me doy cuenta de lo que estoy haciendo y de que otra vez mi pasado ha logrado estropear lo que podía haber sido una bonita vida. Me pregunto que pensaran TJ y Rach cuando se despierten al dia siguiente y descubran que no estoy, espero que la carta que me decidí a dejar en el último momento, les sirva a los dos para no preocuparse demasiado. La verdad es que no debería de haberla dejado pero no podía haber tenido la conciencia tranquila ha sabiendas de que podrían estar preocupados por mi mientras yo intentaba empezar de cero en otro país. Me da muchísima pena así que para tranquilizarme busco las canciones más animadas que tengo en mi lista de reproducciones de mi Ipod (completamente irrastreable gracias a unos arreglos que le he hecho) y cierro los ojos, será un viaje y un nuevo comienzo duros, porque por primera vez no quiero empezar de cero.

Cuando llego a Francia cojo mi maleta de la cinta transportadora y paso todos los controles de salida del aeropuerto con mi DNI y cuando ya estoy fuera de sospechas entro en el primer baño que encuentro, en el apartado de minusválidos. En estos baños hay mucho más espacio y un lavabo apartado, lo que es perfecto porque no quiero que me vean cambiarme de look. Abro la maleta y tranquilamente me aplico el tinte. Me miro al espejo, me pongo las lentillas y aún así me veo igual, por lo que pienso que ha sido una idea increíble decirle a Juan que me lo iba a cortar, creo que eso hará diferencia. Al final me he pasado todo este tiempo en Melbourne con el pelo largo y moreno, y si lo voy a seguir llevando oscuro, minimo me lo tengo que cortar, creo que me no me quedara mal. Así que me lo voy a cortar por encima de hombro, ya decidí con Juan la última vez que nos vimos que eso era lo maximo de corto que lo llevaría nunca, para que no se pasase más con el photoshop a la hora de cambiarle el look a mi foto.

SapphireWhere stories live. Discover now