Capítulo 26

240 40 0
                                    

Estacionó su auto frente a la bonita casa y respiró profundo.

Era lunes en la tarde. Las clases habían concluido la semana pasada, así que en sí no tenía nada que hacer en casa de su tutor.

Pero había olvidado agradecerle la tutoría. Así que ese mismo día más temprano había pasado a comprar una caja de lápices y se los llevaba entusiasmado. No era una excusa para verlo, en absoluto.

Abrió la puerta de su Mustang y, antes de salir, bajó el espejo del conductor y miró rápidamente. Se sentía guapo, así que simplemente despeinó un poco su cabello, subió el espejo y, ahora sí, salió del auto.

Caminó los pocos metros de la acera a la puerta y parecía confiado como siempre. Excepto que no lo estaba y se moría de nervios por ver al mayor.

Desde hacía unas semanas, había empezado a tratar a De Jun como un simple amigo, así que éste no sospecharía nada.

Tocó el timbre y esperó pacientemente (si llamas paciencia a golpetear su pie furiosamente contra el tapete de la entrada) a que alguien atendiera.

Afortunadamente, lo hizo la persona que quería ver.

- Hola - saludó alegre cuando lo vio.

El otro lo miró con sorpresa por una fracción de segundo y luego sonrió.

- Hey, no esperaba verte -

- Sólo vengo de paso - se encogió de hombros - hice una compra estúpida por que no sabía que darte como agradecimiento por lograr que pasara mis exámenes, así que te traje unos lápices - rió con falsa timidez.

El mayor sonrió enternecido.

- Supongo que está bien - los recibió - gracias -

- No es nada - sonrió de vuelta el otro - bueno, nos vemos luego -

Al otro pareció alarmarle brevemente la despedida.

- ¿Te vas ya? - preguntó algo decepcionado - ¿tienes algo que hacer? -

- Oh, no - rió - pero tampoco quiero importunar -

- No importunas - sonrió más animado - pasa, por favor. Prepararé algo de té -

Hendery terminó aceptando. No podía negarle absolutamente nada. Ni lo intentaba, sinceramente. Era el tipo de chico que acostumbraba consentir a quienes le gustaban. De eso podía dar fe Sicheng (y otras muchas personas en la escuela).

Decidió acompañarlo hasta la cocina, ya que no quería correr el riesgo de encontrarse a su hermano mientras vagaba a solas por algún otro lado de la casa. No Minghao, ese le caía medio bien. El otro hermano era el que le preocupaba.

- Iré a dejar esto a mi habitación y a terminar de enviar mis evaluaciones al profesor Choi - comentó De Jun antes de poner a hervir el agua - no tardo -

- Te acompaño - pidió el otro, levantándose de la pequeña mesa de la cocina.

El mayor rió divertido.

- Jackson no está en casa. Puedes quedarte aquí - dijo antes de salir por la puerta.

Bueno, no era como que se avergonzara de temerle a su hermano, de todos modos.

Como a los segundos de que el otro se fuera, escuchó a lo lejos la puerta principal abrirse y cerrarse, junto con las voces de dos personas que se fueron incrementando poco a poco.

"Por favor que no sea Jackson" imploró para sus adentros.

Afortunadamente, se trataba de Minghao y su acompañante, Jun, si no mal recordaba.

Change my mindWhere stories live. Discover now