Play Boy «JIKOOK»

↷『 Cαριтυℓσ⇝11』

Jungkook no podía estar más sorprendido, su expresión era digna de una fotografía en ese momento tantas cosas pasaban por su mente.

¿Qué hacía Jung HoSeok allí?

—Hola, Jungkook.—Sonrió el chico dejando ver aquellos dos lindos hoyuelos en sus mejillas.

Ouch,él es perfecto.

—¿Qué buscas, HoSeok?—Evadió el saludo yendo al punto de manera directa. El adverso simplemente enrojeció y le extendió una pequeña bolsita—¿Qué es esto?

—Jimin lo dejó en mi casa el otro día. Venía a devolvérselo y a preguntarle algo pero veo que no está.—El pelirrojo abultó sus labios en signo de molestia y Jungkook no sabía si derretirse de ternura o simplemente odiar más a Jung por ser tan malditamente perfecto—Supongo qué volveré otro día, para poder conversar mejor. Fueun gusto verte ¡Adiós, Jungkook!—Dijo agitando su mano antes de darse media vuelta e irse del lugar tal y cómo había llegado.

Jungkook entró a el departamento con la pequeña bolsa en sus manos, curioso cual gato la abrió encontrándose con unas cuantas chamarras, camisas, pantalones y ropa interior –que reconocía a la perfección –, también pudo ver un pequeño papel doblado junto a estas.

¿Era alguna carta?

"Hey, Minie.
Traje tu ropa que olvidaste en mi casa, últimamente estás muy distraído y eso me preocupa un poco
¿seguro que te encuentras bien?
Quería preguntarte si desearías venir como mi acompañante a la boda de mi hermano, me siento un cobarde por no decirlo en la cara pero me da mucha penita. ¡Espero hablemos pronto, Jiminie!

Te quiero mucho,Hobi ♡

¿Por que se estaba sintiendo tan mal?

¿Acaso dolía tanto?

Jungkook no sabría descifrar ese sentimiento, tenía ganas de gritarle a Park lo idiota que había sido por jugar con él pero ambos tenían la culpa.

Él no te ama, sólo fuiste su amante artificial.¿Eso era cierto? ¡Por supuesto!

Podía notarlo en su mirada, jamás había significado algo meramente relevante en su vida, bien pero ¿no selo pudo decir antes? Así se ahorraba el hecho de qué su corazón se rompiera mucho más de lo que ya está roto.

Creí que esto era amor.

Sabía que no eras sincero pero eso me atrajo aún más. Escuchó la puerta abrirse y luego cerrarse. Salió a la pequeña sala encontrándose con Jimin, no traía un regalo como siempre ni una sonrisa pintada en su rostro.

—Tenemos qué hablar...

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