El silencio de Samantha - [En Proceso]

Capitulo 3: ¿Qué es lo que ocultas?

Al llegar casa me golpea el silencio que hay, dejo la mochila en el sillón me adentro a buscar un poco de agua, encima de la isla encuentro una nota de mi madre diciendo que llegará tarde porque tiene que quedarse en el hospital  y que hay comida en el horno.

Dejo la nota y me dirijo a mi habitación a ponerme algo mas cómodo para poder hacer un trabajo de investigación para la escuela.

Al terminar el dichoso trabajo bajo a la cocina a comer, sin embargo en lo único en lo que puedo pensar es en la conversación que tuve con Aiden.

Que es lo que quiso decir con que no me conviene ser amiga de ellos, entonces recuerdo las fotos que encontré en el sótano, tal vez encuentre más sobre ellos en las fotos.

Decido ver de nuevo las fotografías quizá pase algo por alto, subo a mi habitación y saco la caja donde estaban las fotos.

Al ver por segunda vez las fotos reconozco a casi todas las personas que aparecen en las fotos acepto a tres de ellas.

En las primeras fotos apresen Dereck, Aiden, Alessandra y la chica que tiene los ojos muy similares a los míos.

En otra foto aparece la misma chica que no sé aun su nombre y ¿Dereck? dándose un beso. No entiendo si es que ellos estaban juntos por que ella se fue del pueblo.

Paso a la siguiente foto con mas preguntas, en esta se encuentra la misma chica que estaba con Dereck con otra chica que estaba totalmente vestida de negro y el cabello de color rosa, lo que me llama la tención es que esta foto no esta tomada por una tercera persona como las demás, esta es tomada por la muchacha de los ojos verdes.

Sigo viendo las fotos donde aparecen Matthew, Liam, Kaitlyn, Ivette y el chico que también desconozco su nombre, estos últimos en la mayoría de las fotos abrazados o tomados de la mano.

En la ultima foto se encontraba  todos excepto la chica de negro, estaban todos empapados riendo y en el fondo se veía el lago de los colores de un atardecer hermoso.

Termine con mas preguntas que respuestas, ¿Quién era la chica que estaba con Dereck? ¿Por qué se fue?¿Por qué dejaría estas fotos? ¿Quién era la otra chica?¿Dónde esta? ¿Dónde esta el novio de Ivette?

Mi cabeza era un caos con tantas preguntas sin respuestas así que busco mas pistas en la caja, encuentro ocho medallas, un espejo y u os cuantos libros, sin embargo un llama mi atención tiene una pequeña hoja amarilla pegada que dice: “ Devolver a Paige”.

Al abrirlo puedo apreciar una nota escrita diciendo lo mucho que había disfrutado el libro y que le dejaba un pequeño regalo en las paginas.

¿Qué regalo? Reviso el libro de una forma rápida viendo que esta escrito a los costados y tiene frases subrayadas o encerrada en círculos. Dejo el libro en mi escrito y las fotos las pongo en una caja para que no se maltraten.

Me acuesto en mi cama pensando en todas esas preguntas, tratando de encontrarles respuesta pero cada vez me hago mas interrogantes.

Es como un laberinto de misterios y las únicas personas que saben las respuestas son ese grupo de amigos, pero no quiero preguntarles por no parecer una entrometida tal vez con el tiempo lleguen a tenerme confianza y pueda resolver todas mis dudas.
Por ese motivo seguiré juntando me con ellos y no le haré caso a Aiden, necesito resolver todas esas preguntas sino mi cabeza explotara. Con esos pensamientos me quedo profundamente dormida .

A la mañana siguiente escucho la maldita alarma resonar por toda la habitación, apago la tortura de cada mañana y me dirijo al baño.

Cuando ya estoy lista tomo mi mochila y bajo a la cocina, de inmediatamente me sorprende que mi madre no este.

_ Papá, ¿Dónde está mamá? – preguntó muy inquieta.

_ Ayer llego mas tarde de lo previsto y sigue descansando, así que yo preparé el desayuno – mostrándome el delantal que trae puesto.

_ Tengo miedo, que tipo de panqueque radioactivo comeré hoy – me burló de mi padre – soy muy joven para morir.

Ambos reímos ante mi cometario y él sigue preparando la comida, mientras yo saco el jugo de naranja de la refrigeradora y lo sirvo en vasos.

_ Bueno ya no hay vuelta atrás – sirve los panqueques en los platos – come tú primero a ver si te conviertes en algún tipo de mutante.

_ ¡Papá!, se supone que tu debes probarlos primero, no tu amada hija – digo poniendo una mano en el pecho fingiendo ofensa.

Empezamos a comer y no saben tan mal como esperaba, le doy una mirada a mi padre para después reírnos cómplices.

Terminamos el desayuno y salimos rumbo a mi escuela, el camino cantamos algunas canciones que suenan en la radio. Al llegar me despido de mi padre con beso y un te quiero.

Dentro al salón de clases e inmediatamente mi mirada se dirige a Aiden que esta guapísimo con esa chaqueta negra, espera acabo de decir que se ve ¿guapísimo? Hay dios mío que me esta pasando, alejó esos pensamientos de mi loca cabeza.

Busco un asiento pero la casi todos están ocupados, entonces diviso una mano moviéndose, dirijo mi vista y ahí encuentro a Alessandra llamándome.

Al estar junto a ella me saluda de forma animada y le devuelvo el saludo, hago lo mismo con los demás pero no estoy segura si hacerlo con Aiden, sin embargo, decido hacerlo para no levantar sospechas de la extraña conversación de ayer.

_ Siéntate al lado de Aiden, es el único lugar vacío que queda todos los demás están separados – me informa Alessandra.

Mierda. Tenia que ser el único lugar que queda en toda la clase.

Me dirijo al lugar y tomo asiento del muchacho que me dejo en claro que no quería que me juntará con su grupo.

Trato de no mirar en la dirección donde Aiden esta sentado, para disimular mi nerviosismo sacó mi libro y me pongo a leer o mas bien finjo leer.

Todos los demás son ajenos a nosotros porque cada uno esta absorto en la conversación que tiene.

_ Te dije que te alejes de nosotros, pero al parecer  no quieres hacerme caso – rompe el silencio en un susurro mirando hacia delante.

_ Si no te has dado cuenta todos los demás asientos están ocupados, no es mi elección estar sentada a tú lado – susurre fingiendo leer mi libro – además ya te dije que no puedes estar diciendo toda esa mierda sin darme razones.

_ ¿Eres tan testaruda siempre? O solo es conmigo – por primera vez volteó a verme.
Le devuelvo la mirada desafiante, empezando una guerra de miradas.

Resopla como si estuviera rindiéndose – bien tú ganas, si quieres estar con nosotros  hazlo pero luego no digas que no te lo advertí.

_ Correré el riesgo – acepté fingiendo una sonrisa mientras en mi mente las preguntas no dejaban de llegar.

¿Porque tanta insistencia en que no me acerqué a ellos? ¿Qué es lo que me oculta? ¿Tendrá algo que ver con los chicos de aquellas fotos? ¿Cuánto sobre esos chicos están dispuestos a contar este grupo?

Cada vez tengo mas preguntas y ninguna respuestas, esto me va hacer perder la cabeza. Le doy una ultima mirada al apuesto muchacho que oculta algo mas que una sonrisa en su rostro.