XIV. (Carta de Camila)

5.1K 262 42
                                    


POV. CAMILA

Es gracioso como siempre se me dificulta iniciar esta carta, a pesar que la he escrito tantas veces... tantas que he perdido la cuenta, un poco más de 4 años desde tu partida, todo este tiempo escribiéndote casi a diario, como una dulce tortura que me libera y me encadena a la derrota de lo que no fuimos, todo ha sido tan gris desde que te fuiste.

Siempre las mismas líneas, y siempre con el mismo dilema para iniciarla, que decir en estos casos, ¿un como estas?, no, no le dices eso a la persona que amas, especialmente si eres la culpable de no tenerla a tu lado, ¡Dios Lern! si me hubieras dicho que te ibas, si tan solo hubiera escuchado, otra sería la historia, te hubiera seguido hasta el fin del mundo solo por estar a tu lado, de eso no tengo duda, debes odiarme y sabes... lo entiendo, a veces pienso que no merezco siquiera escribirte, nunca le has dado una oportunidad a alguna de mis cartas de saber lo que allí dicen, todas han regresado a mis manos... intactas, tristes viajeras que no cumplieron su función, todas son la prueba de mi estupidez, quise renunciar tantas veces y simplemente no pude... y ahora, tranquila esta es la última vez, estoy tan rota y perdida que ya no tengo fuerzas para hacerlo de nuevo, pero ante todo te debo la verdad... mi verdad.

Te dejé ir sin saber mis sentimientos, partiste pensando que solo habías sido un impulso, un cuerpo que despertaba mi lujuria, solo sexo, ¡Dios! como duelen esas palabras... mis palabras, tan lejos están de la realidad, te amo... ¿tonto verdad?, decírtelo en una carta, decírtelo cuando ya no estás aquí, tanto tiempo y no te he dejado de amar ni un solo segundo, mi corazón lo dice a gritos, ¿desde cuándo? No sé, creo que desde que te vi, solo que al igual que tu no lo sabía, ahora entiendo que esa es la razón por la que te hablé desde el primer momento en que te vi, sentía una necesidad imperiosa por conocerte, por ser tu amiga, por estar a tu lado siempre, fuiste el primer beso que sacudió todo mi ser y luego... luego cuando pasamos esa delgada línea de la amistad... nada volvió a ser igual.

No hablar de lo que sucedía entre nosotras fue el primer error de muchos, mi miedo, el tuyo... nunca tuvimos la valentía de enfrentar nuestros sentimientos, cuando me preguntaste que era el amor, mi corazón se aceleró a cada palabra que te decía, te estaba describiendo lo que me hacías sentir, y después... después miedo infinito de saber que me estaba enamorando de una mujer, de mi mejor amiga, de la persona que decía orgullosa que el amor no era para ella, te odie en ese momento sabes, me resigné a que no podía ser, tú nunca te ibas a enamorar.

Y luego llegó él, te mentiría si te dijera que no lo quise, sí, lo quise, pero fue un amor que se diluyó con el tiempo, aposté a lo seguro, toda mi vida esperé por un príncipe, de esos de cuento de hadas, costó mucho entender que no era un príncipe, era una princesa, ridículo, lo sé, pero me aferré como nunca antes, necesitaba reprimir mis sentimientos por ti, si nunca te ibas a enamorar, siempre sería tu amiga, pensé vanamente que las relaciones vienen y van, las amigas son para toda la vida.

Tenías razón cuando me decías que me alejé, tenía que hacerlo si quería darle la oportunidad a Matthew de enamorarme... de algún modo lo logró, necesitaba el tiempo y el espacio para aclarar mi corazón, y en medio de ese alejamiento te hice daño, si te hablaba constantemente de él no era para joderte, era para convencerme que él era el indicado, que estaba haciendo lo correcto, y en medio de ese tonto proceso de auto convencimiento te di la espalda, dejé de ser la amiga que necesitabas y luego... luego llegó esa maldita discusión en la cafetería, idiota... si eso fui al dejarme llevar por el miedo de lo que fueran a pensar los demás, el miedo logró paralizarme, fue más grande que mis sentimientos por ti, te merecías lo mejor de mí y no lo hice, me di cuenta que si no era capaz de defenderte como amiga, nunca estaría a la altura de ser algo más para ti, tú necesitabas a alguien que siempre tomara tu mano sin temor, y yo... quise dejarte ir, te juro que intenté no buscarte... pero esos días tristemente comprendí que no podía vivir sin ti.

PROMESA|| CAMREN|| ADAPTACIONWhere stories live. Discover now