XXXXIV

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Trato de vencer el sueño, maldita lucha de todas las mañanas, bostezo sin siquiera poder abrir los ojos mientras me estiro perezosamente alongando los músculos tratando de sacudirme, un ligero espasmo me indica que ya es hora de despertar, sin afanes abro los ojos parpadeando ligeramente hasta sostener la vista, sus ojos acompañan la leve sonrisa que se dibuja en su rostro, siempre me encantó eso en ella, nadie parece sonreír con los ojos como ella, ¿desde cuándo estará despierta viéndome dormir? No he entendido la razón de gustarle tanto, no decimos nada, solo nos vemos cada una desde su posición de medio lado, no puedo negar que es la mujer más hermosa del mundo, su desnudez me fascina, desde que estamos juntas solo así dormimos, la tibieza de su piel es lo mejor para relajarme antes de dormir, a veces no concibo cómo pude vivir tanto tiempo sin ella...  de un momento a otro se delinea ese gesto que he aprendido a conocer hasta el cansancio, sus dedos se mueven por mis brazos haciéndome erizar, ella parece divertida con mi reacción, su mano atrapa la mía llevando la punta de mis dedos a su boca, abro ligeramente la mía producto del contacto caliente y húmedo, no desistimos en ver todas nuestras reacciones, la retira para inmediatamente friccionarla en su entrepierna, mis sentidos se agudizan al contacto, sin soltar mi mano me posiciono encima no recostando mi peso, mis rodillas sostienen mi cuerpo mientras nuestros rostros solo lo separan centímetros, mi cabello suelto alcanza a rozar su piel haciéndole cosquillas, las respiraciones chocan  armonizadas, busco su mano e imito su movimiento, no sé cómo nos ponemos de acuerdo sin hablar, supongo que las palabras poco sirven aquí, ella ya sabe que quiero, los dedos se empiezan a agitar y van incursionando al tiempo, acomodo mi pierna entre las suyas dejando caer el peso de mi cuerpo haciendo más profunda la penetración, jadeamos al tiempo, nos tomamos un momento para acostumbrarnos, mi vaivén empieza logrando dibujar un tenue gesto de placer que ella responde besándome lentamente, su mano libre recorre mi espalda desnuda dejando una leve carga eléctrica, la mía recorre su rostro, el movimiento se agita penetrando más profundo, el mundo se diluye, solo existimos aquí y ahora, mi todo empieza en su piel, nos contraemos liberando el placer, el choque de las caderas es más suave, esa sensación agradable se replica nuevamente, no puedo creer que se pueda sentir tanto, solo respiramos profundamente, las miradas siguen conectadas, con suavidad retiramos los dedos, supongo que a ella también le hormiguea la mano producto de todo, parecemos chiquillas disfrutando hasta el final de su postre favorito al llevar los dedos a la boca golosamente, me retiro a un lado de la cama sin quitar mis dedos de la boca, su sabor es exquisito.

-¿Cómo puede ser cada vez mejor? -Me pregunta mientras sus ojos apuntan al techo, sonrío con la pregunta.

-Eso es fácil de responder... nos amamos, y cada día nos enamoramos más, por eso los orgasmos son mejores y más profundos. -Desde que empezamos no nos hemos vuelto a separar, las noches durmiendo a su costado han logrado que por fin concilie el sueño sin dar tantas vueltas, pero lo mejor es despertar a su lado, cada vez es diferente, es un eterno descubrir.

-Interesante teoría, supongo que por eso solo contigo lo siento todas las veces. -Reímos al tiempo, doy media vuelta y sostengo mi cabeza en la almohada, ella copia mi posición escrutándome con sus hermosos ojos, son más claros a esta hora de la mañana.

-¿Nunca me has fingido? -Pregunto levantando levemente la ceja, sonríe con mi pregunta, me encanta estos momentos de paz con ella.

-No... ¿tú? -Niego con la cabeza.

-Nunca podría hacerlo. -Me acerco a besar su cuello, sus manos se deslizan por mi pecho. -¿Que diría como era que se llamaba... mmm  sí, Richard si supiera que eres el perfecto antónimo de una mujer frígida? -Reímos al tiempo, idiota, pero gracias a él y a la total ignorancia de sus ganas no hubiéramos estado juntas esa noche, a veces no sabemos cómo pequeñas cosas cambian el rumbo de tu historia.

PROMESA|| CAMREN|| ADAPTACIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora