Parte sin título 19

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-- Cas... Amigo... por favor... responde -- Dean no paraba de llamar a Castiel aun después de ser golpeado junto con su hermano Sam. Cada vez perdían las esperanzan de salir de esta situación ya que no tenían manera de comunicarse con alguien de afuera. Sam yacía de la misma posición que su hermano, recargado en la pared tratando de tener una posición cómoda a causa de sus múltiples golpes proporcionados por los demonios. Gabriel se veía muy similar a Castiel ya que no podía utilizar su gracia ya que los demonios se encargaron muy bien de que no la utilizara.

-- Dean? -- una voz muy débil y apenas audible salía de la boca de Castiel.

-- Cas, tranquilo. Estamos aquí. -- Dean se sintió tan feliz, que los golpes y heridas ya no le dolían. Castiel alzo un poco la cabeza y miró a Dean y a Sam quienes lo miraban con alegría.

-- debiste haberles dicho en dónde encontrarme -- Gabriel habló un poco molesto llamando la atención de Castiel -- no debiste haber soportado todo esto por mi --

-- Gabriel? -- Castiel empezó a salir de su aturdimiento al ver a su hermano encadenado y herido de la misma forma que él. -- cómo es que...

-- vine por ti. No quería que tuvieras todas la diversión sin mi -- Gabriel trató de sonreír para animarlo un poco --

-- tus alas! -- Castiel se sintió horrorizado al ver las alas extendidas, heridas, golpeadas y con falta de plumas de su hermano.

-- tranquilo. Saldremos de esta -- Gabriel miró a otro lado tratando de ocultar su decepción.

-- lo siento. Por mi culpa están todos aquí -- Castiel bajó su cabeza sin poder mirar a nadie.

-- no es tu culpa. Es la mía. -- Gabriel dijo -- si yo no hubiere querido salir a volar, esto no hubiera pasado --

-- no fue culpa de nadie. Ustedes también tienen necesidades y lo sabemos -- Sam hablo

-- es muy considerado de tu parte Sammy. Cuando salgamos de esto, necesitaré un buen masaje. Si no te importa -- Gabriel dijo para aligerar un poco el ambiente. El resto del día, no hablaron ya que estaban siendo vigilados muy constantemente para mantener a los ángeles débiles y cosechar algunas plumas. Sam y Dean no soportaban ver cómo les arrancaban las plumas a sus amigos y escuchar sus gritos de dolor mientras eran golpeados y manipulaban sus alas de maneras que casi podrían quebrarlas. Después de dos días los chicos y los ángeles habían perdido la esperanza de salir de esa. Resultó que las plumas pequeñas de Gabriel se vendían muy bien. Incluso las plumas de Castiel también aumentaron un poco más de precio, ya que las exhibían juntas y las ofrecían como exóticas nunca antes vistas. Después se empezaron a escuchar rumores que otros demonios querían entrar a la fortaleza para poder robarse a los ángeles y llevarse a los chicos para poder motivarlos a que obedecieran sus órdenes y poderlos manipular muy facilmente. Esa misma tarde, a lo lejos se pudieron escuchar gritos y golpes que se identificaba una pelea. Los chicos se miraron con temor de que otro grupo de demonios los fueran a secuestrar y vivieran la misma pesadilla en diferente lugar. Después de unos minutos, se escucharon tiroteos que se acercaron cada vez más a la habitación en la que se encontraban. Los chicos y los ángeles miraban con temor cuando la puerta se abrió.

-- cuiden a los rehenes!! No dejen que se los lleven!! -- el jefe ordenó y cuatro demonios entraron. Todos miraron hacia la puerta escuchando cada vez más cerca el alboroto que se encontraba. Una gran explosión los sorprendió derribando la puerta seguido de cinco hombres con máscaras de protección y muy bien armados atacando a los demonios. Sin decir una palabra, los hombres se acercaron a los ángeles y comenzaron a liberarlos.

-- déjenlos en paz!! -- Dean gritó

-- no los lastimen!! -- Sam también gritó. Los ángeles estaban muy débiles para poderse defender. Cuando por fin fueron liberados, los ángeles cayeron al suelo sin fuerzas y heridos para ser levantados bruscamente por los hombres y llevarlos fuera de la habitación lo más rápido que podían

-- NOOOO!!! -- Dean y Sam gritaban cualquier cosa para que dejaran en paz a sus amigos. Pero nada funcionaba. Hasta que después otros dos hombres regresaron por ellos liberándolos y sacándolos velozmente de su prisión. Dean y Sam trataron de pelear, pero ya que estaban muy débiles por no comer en dos días, pudieron someterlos muy fácilmente. Atravesaron por toda la entrada del escondite dirigiéndose hacia la salida en donde los subieron a una camioneta cubierta. Una vez que estaban dentro, cerraron la puerta y pisaron el acelerador disparando aun hacia los demonios que quedaban para no ser seguidos y atrapados.

-- en donde están Castiel y Gabriel!? -- Sam preguntó muy preocupado. Sin tener respuesta. Sus secuestradores solo hablaban de a dónde ir para estar seguros de que no sean seguidos.

-- respondan!! -- Dean enfurecido grito dando la orden.

-- quieren callarse idiotas? Los pájaros están durmiendo en su nido detrás de ustedes -- el que manejaba hablo. Los chicos miraron hacia atrás y efectivamente los ángeles estaban recostados apenas conscientes de lo que estaba pasando. -- les dije que esto era un mal plan. Pero me escucharon? Nooooo. Si no hubiera sido por mí, ya estuvieran muertos. Idiotas!!! -- esa voz del conductor se les hacía muy familiar.

-- Bobby? -- Sam preguntó

-- no. Soy tu abuela. -- Bobby dijo mientras se quitaba la macara. Los chicos no se habían sentido tan aliviados.

-- por qué las máscaras? -- preguntó Dean

-- protección porque nos atacaron con bombas de gas y otras cosas. Deberían de usar el cerebro un poco más. -- otro de los hombres se quitó la máscara seguido de los demás. Todos los hombres eran amigos de Bobby. Amigos también de los chicos quienes también se dedicaban a cazar.

-- Como nos encontraron? -- Sam preguntó

-- no fue difícil. Después de que ya no supe nada de ustedes, seguí sus pasos y resulto que encontré un vendedor con plumas de Cas y Gabriel. El resto es historia -- Bobby explicó estacionando la camioneta en una bodega abandonada.

-- cuando Bobby nos contactó y nos explicó todo, no pensábamos que en realidad fuéramos a rescatar a un par de ángeles reales. Debo admitir que aún estoy sorprendido. -- dijo otro cazador mirando a los ángeles.

-- bien, será mejor que entremos a la bodega -- Bobby interrumpió y salió del auto.

HechizoTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang