Día 2: Trabajo pesado

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Advertencias: Aged up/No quirks AU/Office AU.

Kirishima sabía que el empleo que estaba aceptando no era precisamente lo que él quería, pero era lo máximo a lo que podía aspirar después de haber salido de la universidad. Apenas había cumplido los 22 años, así que realmente no sabía mucho sobre cómo funcionaba en realidad un trabajo, y menos en una revista tan prestigiosa como lo era esa, aparentemente.

Ni siquiera tenía idea de qué significaba ser "segundo asistente de Bakugou Katsuki". ¿¡Quién mierda era Bakugou Katsuki y por qué cuando le preguntó eso a la recepcionista de la editorial, ella se rió y lo ignoró!? ¿Acaso se había perdido de algo? Ahora que estaba en ese elevador se arrepentía demasiado de aceptar el empleo o de, al menos, no haber investigado qué diablos era todo ese show. Y ya de paso hablar y decir que se sentía increíblemente incómodo vistiendo tan casual junto a las otras tres personas en ese elevador que parecían salidas de una revista de... Oh, claro, una maldita revista de modas. Ahora quería golpearse la cabeza. ¿Había aceptado un empleo en una revista de moda? Sí, probablemente sí. Y quería golpearse. Ahora el nombre de la revista tenía más sentido para él. Porque sí, solo se molestó en presentarse a recursos humanos y todo se resolvió ahí.

El llamado Bakugou Katsuki dio su aprobación con una sola llamada, y ni siquiera se molestó en pedir a Kirishima su currículum -que cabe aclarar, no es que tuviera gran cosa-, parecía que ni siquiera le importaba quién cubriría ese puesto. Según la adorable chica castaña de recursos humanos, casi nadie duraba más de un mes con él, y quienes lo hacían, tenían agallas. A Kirishima le daba nervios, pero de algún modo, le gustaban los retos.

Salió del elevador mientras sus dedos se movían ansiosos. Ese día había agarrado el "mejor" conjunto que tenía, es decir, pantalones de mezclilla, camisata roja y una camisa de manga corta con estampado. Ahora que veía su ropa, mordía fuertemente su labio inferior. "No está mal, ¿verdad? El estampado está... está... Me están viendo horrible" pensó para sí mismo cuando, al caminar hacia la oficina correspondiente, todos se le quedaban viendo.

- Me van a comer vivo - susurró para sí mismo.

- Probablemente - comentó una chica que prácticamente apareció junto a él. Saltó en su lugar cuando se dio cuenta de la nueva presencia y se giró para verla.

- ¿Y-y tú eres? - balbuceó confundido.

- La primera asistente, Mina Ashido. Un gusto, Kirishima.

La chica le sonrió con más amabilidad que cualquiera ahí le hubiera mostrado, por lo que soltó un suspiro y estrechó la mano de la pelirrosada, que después le hizo un gesto para que la siguiera. Kirishima iba detrás de ella, tratando de analizar su atuendo. Definitivamente él no encajaba ahí. Ni un poco.

Las botas negras de cuero que Mina llevaba se alzaban firmemente hasta sus muslos y un lindo vestido holgado color vino era reducido por debajo de sus pechos por un cinturón algo grueso y negro que tenía una textura parecida a la piel de una serpiente, junto con una solapa visible de un color cobre que resaltaba muy bien, y combinaba con un collar que colgaba de su cuello, con el dije correspondiente un poco más abajo de su clavícula. Y no hablar del impecable maquillaje colocado sobre su morena piel. "Joder, se viste demasiado bien"

- ¡Bien! - exclamó ella, viendo el discreto reloj en su muñeca -. Relativamente tenemos media hora para enseñarte todo lo necesario. Bakugou llega aquí cada mañana a las 9 en punto. Tarda 2 minutos exactos en subir hasta su oficina, y para ese momento su latte debe estar listo, caliente y puesto en su mesa -, la pelirrosa señaló la gran oficina que había frente a ellos -. Tú te harás cargo del café de todos los días y de cualquier otra cosa que se le puede ocurrir, no es tan difícil. Yo soy la del trabajo pesado. Siempre tenemos que llegar antes que él, e irnos después.

¡KiriBaku Week 2020! Where stories live. Discover now